Oscura tentación

	Título:	Oscura tentación
	Título original:	Dark Temptation
	Serie:	Los Espíritus de Blackheath Moor (2)
	Autor/a:	Allison Chase
	Valoración:	* * * *
	La chica:	Sophie
	El chico:	Chad
	Editorial:	Esencia

Sinopsis

Sophie St. Clair sabe que algo extraño está pasando en Penhollow: luces misteriosas, barcos fantasma… ¿Serán los contrabandistas, traficando de nuevo por la costa de Cornualles? ¿O los espíritus de los piratas muertos, como susurran los habitantes del pueblo? Demasiados misterios sin respuesta, y la búsqueda de explicaciones conducirá a Sophie hasta Chad Rutheford, conde de Wycliffe. 

Tras la muerte de su padre, Chad ha regresado al hogar de su familia, pero lo ha hecho atormentado por la culpa de su pasado y acosado por fantasmas que exigen que sea castigado. Y allí, en Penhollow, Sophie y Chad se embarcarán, empujados por el deseo y una pasión irresistible, en una peligrosa misión para descubrir los terribles secretos de la familia Rutheford.

Opinión

—Recuerda esto: cada vez que te pones en peligro, me pones en peligro a mí. Porque yo intentaré estar allí. Donde sea que tú estés, sea cual sea la tontería que se te ocurra, estaré junto a ti. O, si tengo suerte, un paso por delante.

Pues estas palabras dicen mucho del protagonista que nos ocupa, de Chad Rutherford, conde de Wycliffe. En ellas podemos vislumbrar la clase de hombre que es y que siempre ha sido, un hombre que ha antepuesto siempre a sus amigos por delante de sus propios intereses. Sigue siendo un hombre leal, con un gran cargo de conciencia pero infinitamente amoroso y tierno con Sophie. El bagaje que además arrastra sobre sus espaldas y su cargo de conciencia le hacen un personaje de lo más interesante.

Sophie por su lado es voluntariosa, decidida y una buena muestra de lo que no debería ser una señorita de sociedad. Allá por donde ella va… el escándalo la persigue y esto lejos de hacerla vulgar la vuelve de lo más interesante.

Los diálogos entre ambos son de lo mejor de la novela y hay frases que difícilmente se pueden pasar por alto:

—Juntos hemos desafiado balas y las fuerzas de la naturaleza. No necesitamos almohadas ni camas.

—Mis sentimientos por ti son reales, Sophie. Jamás dudes de eso.

«Me he perdido por una mentira, por un placer ilusorio que, como una tonta, he creído que podía ser real.»

La autora no lo ha tenido que tener fácil con este par porque encajarlos parecía una tarea casi  imposible de llevar a cabo en un principio; pese a que la atracción que ambos experimentan hacia el otro es palpable desde sus mismos inicios.

Hay que destacar la forma en que su autora juega con los personajes vivos y los muertos, la interactuación de todos ellos no debió ser tampoco una perita en dulce para ella pues si ya es difícil encajar a personajes vivos entre sí, jugar con fantasmas debe ser de lo más complicado sobre todo si intentas darle papeles importantes y que además de cohesión a la obra.

Pese a que sus comienzos son un poco titubeantes, a medida que avanzas en la historia su autora entra en faena y no puedes evitar ir pasando páginas con la sensación de que necesitas saber qué va a depararnos cada una de las escenas y en qué va a desembocar todos y cada uno de sus enigmas y misterios.

La escena que más me ha impactado es la subida del risco, el ascenso por esa escarpada pared es una escena que bien parecía sacada de películas como Máximo riesgo de Stallone o Límite vertical de O’Donell y donde la tensión que vives es extrema.

Túneles secretos, misterios y fantasmas del pasado hacen de esta novela una mezcla atractiva y diferente a los que nos tienen acostumbras las autoras cuyo período favorito es el de regencia.

Allison Chase ha recreado en esta novela todos y cada uno de los elementos propios de la novela gótica del siglo XIX pero además de un modo simpático y a la vez atractivo.