Bay Yanlış - Bölüm 8

Buenos días, queridas lectoras de este blog y fans incondicionales de «Bay Yanlış», Can Yaman y/u Özge Gürel. ¿Preparadas un día más para hacer una parada en La Gabbia y ver qué delicioso cóctel nos ha preparado Özgür en esta ocasión? Pues las puertas del mejor restaurante televisivo se abren de par y en par y la barra de su bar está ya dispuesta para recibirnos.

-Buenos días, Elf. ¿Un miércoles más por aquí? Te espero siempre los domingos pero ya no apareces. Debo de esperar al miércoles para disfrutar de tu alegría.

En serio, este hombre necesita con urgencia un psiquiatra en lo que a mí respecta. El otro día era un oftalmólogo pero me da que ése tampoco ya es suficiente para curarle del mal que le aqueja. No soy la alegría de nada, la verdad.

-Bueno eso lo dirás, tú, preciosa.

Lo dicho, un oculista.

-¿Qué has preparado hoy, dulzura?

-Hoy tengo para ti un Planter's Punch*

-¿Eso va con segundas?

-No, encanto, en primera y en línea recta -dice mientras desliza, como ya es habitual, la copa por encima de la pulida superficie.

Doy un sorbo a la bebida y casi me tumba. Ahora entiendo lo del «Punch». Y yo que pensaba que iba por el derechazo que le pegó al ex de Ezgi... Ilusa de mí. Yo que lo había traducido de manera libre (muy libre) como Sembrador de golpes.

-¿Quién dice que no va por ahí la segunda? -dice guiñándome, ahora sí, un ojo y lanzando un beso.

¡Ay, por Dios! Este hombre me derrite.

Pero vamos al meollo del asunto que si me quedo embobada mirándole con esa camisa que hoy me trae ni empezamos.

Dejamos el episodio 7 en un buen punto de ebullición. Con los Hermanos diabólicos llegando a casa de Özgür a joder la marrana como decimos por aquí por el sur. Por cierto, que no recuerdo quién los bautizó así pero, como dicen los turcos, «salud a tus manos». Nunca un mote pudo ser más apreciado ni mejor bienvenido.

Vamos a iniciar esto hoy con los secundarios que, en este episodio, han tenido su grado de implicación por todos lados. Comenzaré por la más pequeña: Zeynep. Vaya si está consentida la cría. Pero peor es el padre por permitirlo y siempre en detrimento de la pobre Cansu. Esa mujer tiene el cielo ganado. A ver cuando le da la patada de una buena vez y centra su atención en otro que la valore más y no la mande a un segundo plano. Que a ver, que entiendo que es una niña, que entiendo que es su padre, pero la cría tiene la edad suficiente como para poder encajar el «golpe» de ver a su padre con novia o con otra mujer.

Pero continuemos con Levent. Sigo sin saber qué hacer con él. Es un liante y el rey de los balones fuera y después es alguien que hace cosas como meterse en la piscina completamente vestido. Un humor bastante negro el de este personaje. Tiene «cachaza». El tío ni se inmuta ni en los momentos en que los diabólicos se plantan ante él a reprocharle sus «mentiras». Siempre sale airoso el colega. Un personaje que no es que sobre... pero que incomoda.

Como incomoda Irem, la abogada «enemiga» de Deniz. Bueno, la verdad es que ese enemiga tendría que usarse sin las comillas porque la tía es una tocapelotas de impresión. Encima ladrona de documentos a saber con qué intención. Mira, chica, coge a Serdar y piérdete en una isla como la de Pascua. Idos y no volved. El favor que haríais sería de campeonato.

Vamos con mis preferidos. Ozan y Deniz. #OzDen. ¡Ay, cómo me gustan estos dos! Y la musiquilla que suena cada vez que la escena que nos presentan es un «encuentro» de ambos es ideal. Es una relación bastante extraña ésta porque, como dice la tía de Özgür, Fitnat, la niña es hosca. Seria y hosca. Me hizo gracia la definición. Espero con ansias que la chica se suelte porque Ozan va a terminar prendiendo fuego a la pantalla como se haga valer mucho más. La verdad es que, de momento, no se entiende por qué la chica es tan fría incluso después de descubrir que ambos se enamoraron del otro en la ¿secundaria? En fin, veremos como desarrolla Aslı este personaje. Si alguien puede hacerlo... es ella.

Luego están las madres, la tía de Özgür y el padrastro de Ezgi. ¡Vaya patas para un banco! Y la culpa la tienen ellos mismos. De haber hecho las cosas de frente y no liando el pollo que liaron ahora no tendrían a todos en contra. Por cierto, el momento «brujería» fue lo más. Aquí en España es como quemar romero: «Romero santo, santo romero, que salga lo malo y entre lo bueno». ¡Pero almas cándidas! ¡Si lo bueno ya está dentro... no lo alejéis! Añadiré a esta situación de enredo que Aslı, al igual que hace Ayşe, son geniales para generar escenas de encuentros con desencuentros. Me explico, son las escenas donde los personajes comparten el mismo espacio y no llegan a tener conciencia de los otros. Esas entradas y salidas de plano como el momento ascensor o restaurante son lo más.

Me caen bien los cuatro aunque a todos les daría yo un buen sopapo para que no interfirieran en esta amistad que va a acabar, esperamos todas, en boda. Son personajes que no están de más y que dan vidilla a esta comedia de enredos que es lo más, pero Unal es increíble. Es un aliado «cabreado» pero aliado al fin y al cabo. Incluso cuando ve la revista, sabes que su interés por el bienestar de Ezgi está por encima de todo. La madre de Ezgi es otro cantar. Espero que termine dando su brazo a torcer pero en cierto modo es que poneos en su lugar: le montaron un buen lío de engaños y la escena del hospital no ayudó en nada. Situación cómica para el espectador, eso sin duda alguna, pero la decepción es totalmente entendible. Es una gran escena la que lleva de la mano la madre de Ezgi. La actriz que la interpreta, dentro de su «contención», estuvo increíble. Totalmente realista y sin trazas de histrionismo. Podría haberse pasado de frenada y habernos ofrecido lo que se llama una sobreactuación pero no ocurrió nada de eso.

Y vamos ahora con el plato fuerte. Con nuestros protagonistas.

-Ya era hora, encanto. Casi me quedo aquí plantado para vestir santos. ¿No es lo que soléis decir por allá por tu tierra cuando hacéis esperar pacientemente a otro?

-Eso y «nos dan las uvas», 😂😂😂

Bueno, bueno, bueno. De verdad, las escenas sensuales como que no mucho pero como pareja cómica, no tienen desperdicio. En mi vida había esperado que este tándem nos ofreciera una serie con momentos tan sumamente divertidos aunque, poco a poco, éstos van haciéndose más espaciados en el tiempo y van siendo reemplazados por otros más serios. Estamos de acuerdo en que la historia empieza a requerirlos, pero, por favor, Aslı, que no pierdan esa esencia.

Luego son personajes que cada acción está cargada de significado como el momento bautizado como «intercambio de tazas en el desayuno». OJO a ese momento. Es uno de ésos en los que te das cuenta de que empiezan a conocerse como si se hubieran parido. Cada uno prepara el café para el otro tal y como le gusta y cuando ambos se dan cuenta de lo que han hecho... se intercambian las tazas para beber el café preparado por el otro. Un momento muy significativo en una relación. Como significativo es el momento en el que «acuerdan» mantener a sus familiares en la inopia y lo más alejados posible de los otros. Pero, claro, no siempre se puede lograr lo que se pretende por mucho que se intente. Aun así, esas escenas siguen siendo oro en lingotes con el sello grabado de las Zengin.

Luego lo que también sabe hacer muy bien las Zengin es crear momentos «conflicto». Sutiles las chicas. Analizad la escena donde Özgür y Ezgi están en la terraza de La Gabbia y comienzan a llegar los regalos de Serdar. La conversación de las dos víboras es de órdago a la inglesa. Sin desperdicio. La «alianza de las cabronas» me da que va a dar para muchas zancadillas y piedras en el camino.

Y ya vamos llegando al final. Al momento en el que todo se destapa, el engaño de Ezgi salta a la luz y donde Özgür vuelve a tomar al toro por los cuernos. Asume toda la responsabilidad de la situación para que ella no se va salpicada. Si aquí nadie ve otro paralelismo con la vida real del actor que interpreta a Özgür es que debe de andar bastante cegata o en la Luna de Valencia. Ya sabéis. Es un 9 sobre un 3. Ahí lo dejo para quienes me entiendan.

En espera de lo que ha de acontecer en un par de días y deseando ver cómo Özgür le rompe los piños al ginecólogo de una buena vez porque... vaya tela con el «doctorcito». Está claro que va a por Ezgi sólo porque no soporta «perder».

De nuevo... mi más sincera enhorabuena a productora y cadena y mis felicitaciones a sus guionistas, director y responsables de montaje por entregar cada viernes una serie de calidad pensada, al parecer, para el público extranjero más que para el autóctono y, sobre todo, por compartir en redes ese beso al completo que fue la locura para el fandom. Los momentos que lo preceden son de inestimable valor tanto para la pareja protagonista como para el tele-espectador, una oda a los sentidos, a la vitalidad, a la buena energía y... ¡a la libertad!

La serie entera está llena de simbolismos, de dobles sentidos y de muchas cosas más que son dignas de análisis pero siempre he sido de las que me gusta enseñar a usar la caña y no entregar directamente la pesca.

Hasta aquí por hoy. Seguiremos dando el significado que se merecen los unicornios y los «bustos» metálicos que mandan al silencio como diciendo, manténganse calladas y a la espera.

Nota*: Cóctel Planter´s Punch

Ingredientes: 4.5 cl. de ron oscuro, 3.5 cl. zumo de naranja natural, 3.5 cl. de zumo de piña natural, 2 cl. de zumo de limón natural, 1 cl. de granadina, 1 cl. de jarabe de goma, 3 ó 4 toques de amargo de angostura y hielo.