Sen Çal Kapımı - Bölüm 8

¡A los buenos días de lunes! Sí, ya lo sé, voy con muuucho retraso, incluso Serkan me llamó el sábado por la noche para ver por qué le había dado plantón y le había emplazado a hoy. Os digo lo mismo que le dije a él: chico, un poco de piedad, que mi sobrina hizo este finde la 1ª Comunión y, pese a la pandemia, tenía que disfrutar ese momento con ella.

En fin, sea como sea, aquí nos tenéis hoy a los dos solos dispuestos a debatir su cabezonería y su estupidez supina.

-Un momento, un momento. ¿A quién llamas tú cabezota y estúpido?

-A ti, querido. Más necio... ¡y no naces! ¿Cómo se te ocurrió acusar de esa forma a Eda?

-¿Quién más podría haber sido? ¿Mi tío el que no tengo?

-Aunque hubiese sido tu padre, con todo el respeto, te pusiste como un energúmeno y te pasaste tres pueblos con ella.

-Mi trabajo de meses se fue al garete por su culpa.

-Por su culpa, no. Pero eso ya lo discutiremos. Ahora te sientas y te callas que vas a oír unas cuantas cosas que no te van a gustar un pelo y otras que igual te van a encantar.

Chicas, comenzamos. Y comenzamos por donde nos quedamos la semana pasada, con ese «VETE» que nos removió los cimientos bajo los pies, dejando a esta buena pieza que se cueza un poco a fuego lento y nosotras... vamos al lío esperando que no me salga todo el cabreo que tengo encima por su culpa.

Vaya cojones los del señor* Serkan. La madre que lo parió. Me dejó estremecida con ese golpe donde estrella el teléfono contra la mesa de reuniones improvisada y esos gritos. Vaya tela. Increíble la interpretación que nos regaló el sr. Burstin encarnando a Serkan. Y lo que vino después no es menos fascinante. Creo que empiezo a enamorarme del actor porque del personaje ya lo estaba hacía mucho tiempo.

-Pues menuda manera de decir que te has enamorado de mí, encanto. Me has puesto a parir.

-Te he dicho que te calles. Hasta nueva orden... ¡silencio!

-Sí, señora.

-Más te vale obedecer.

Bien, vamos a dejar a un lado a Serkan (ahora mismo estoy bastante cabreada) y vamos con el resto.

Comienzo por las amigas de Eda. Son lo más. Les falta tiempo para ayudar a Eda a encontrar al culpable de la filtración del diseño y todas se ponen manos a la obra, especialmnte Fifi (de ella ampliaré más un poco más adelante). Añadiré que empiezo a preocuparme por Ceren. Chica, ándate con ojo. Puedes terminar enamorándote de quien intentas ayudar y no quiero verte con el corazón roto. Pero vamos al meollo familiar, continuemos por la tía de Eda. Soy incapaz de quedarme con el nombre de la buena señora, lo siento. Me he quedado asombrada con su perspicacia. Por cómo es capaz de manejar situaciones y hacer ver a los otros lo que ella percibe. La pobre Melo despertó de un bello sueño tras el jarro de agua fría que la mujer le tiró por la cabeza. Me quedé patitiesa con cómo, con unas pocas palabras, la mujer describió lo que presintió al conocer a Kaan. Creo que, en buena medida, Erdam ayudó, pero eso no evita para reconocer el alto grado de intuición que tiene la buena señora. «Melo, te diré algo pero sé que te enfadarás mucho conmigo. Rompe con este tipo. Confía en mi intuición, te digo que no hay evidencia alguna pero es más falso que una moneda de tres euros.»

Lo que es bien cierto aunque eso no evite que en mi alma de romántica empedernida vea resquicio de remisión en él. A ver, no sé que va a ocurrir, no sé qué destino le tiene preparado Ayşe a este personaje, pero tengo la esperanza de que al verse sin Melo, al sentirse de nuevo solo y sin la alegría que Melo, estoy segura, ha puesto en su vida de ira y de resentimiento... haga examen de conciencia. No será ahora, aún tiene que purgar muchos pecados, pero, igual con el tiempo... En fin, que sigo creyendo en unicornios.

Seguimos con Kaan de momento. Vamos a mi escena favorita del episodio. El momentazo que he bautizado «FIFI», 😂😂😂 Lo que me pude reír. ¡Estuvo brillante, inmejorable! Le dio en todos los morros de manera concisa y elegante al gañán de Kaan. Fue mejor que cuando la misma técnica fue probada por Muzzo con el chófer de Fabri. Fifi es mi ídolo. Mi amiga Tami me dijo en un WhatsApp: «De mayor quiero ser Fifi.» ¡Toma, y yo! Quiero más escenas como ésa. En el momento esposas estuvo de fábula, en ésta... brilló con luz propia.

Saltemos ahora a Selin y Ferit. Vaya dos patas para un banco. Vaya tela. A Selin no hay quien la entienda, menudo cacao mental debe tener la pobre chica. La conversación en la cuadra de caballos mientras Serkan estaba cepillando a su montura no tuvo desperdicio.

-¿Verdad que no?

-Serkan, te he dicho que no hables.

-No puedes mantenerme en silencio todo el rato.

-Ya llegará el momento. Ahora, chitón.

¡Wow! Menudo careto ha puesto.

Bueno, a lo que iba. Pedazo de conversación. Lo que dijo este hombre sin realmente decirlo y lo mejor (o lo peor) es que quienes ya sabéis lo escucharon todito-todo.

-¿Quién escuchó qué?

-Os escucharon. Las chicas lo saben y yo lo sé. Mejor que te mantengas en la ignorancia porque ninguno de los que oyeron esa conversación supo interpretar al 100% lo que diste a entender. Me cabrea que sobre todo quien yo sé no supiera «escucharte» entre «líneas». Lo que dijiste vale un buen potosí.

Analicemos esto. Parémonos un momento en esa conversación. No voy a transcribirla. Es mejor que la volváis a ver si no la tenéis grabada a fuego en el cerebro. ¿Qué dijo Selin? ¿Qué dijo Serkan? Pues eso. Todo dicho. Demostró una vez más (y esta vez no con una escena de celos) que está hasta las trancas por Eda. Serkan dijo (cito esto casi textualmente) «En mi cabeza, tú (Selin) eres la mujer perfecta para mí». En su cabeza. Repito: EN SU CABEZA. Y luego para terminar de rematar la faena... «Eda y yo no tenemos lógica». Vale. Genial. Harika! No hay lógica en esa relación. Lo cual es cierto. Pero ¿qué significa realmente esto? Ahí va lo que dijo sin decir y que probablemente ni él se dio cuenta de lo que decía. Que el amor no tiene lógica. Que la razón no manda sobre los sentimientos. Que, pese a que ella, Eda, no es la mujer perfecta racionalmente hablando, sí es la mujer perfecta para complementarle. De ahí que sea tan significativo todos sus movimientos en este episodio. Las fotos de ellos que contempla con el corazón pesado y que esconde cuando ella llega, el significado tan especial que tiene la taza de «estados de ánimo» que ella le regala y que él empieza a tener en cuenta. Pedazo de momento éste. Creo que uno de los más sutiles y bellos de todos (ya diré el mejor un poco más adelante). El momento en el que aferra esa taza roja (de enamorado) y el color se va transformando en el negro del abismo y la desesperación porque la falta de ella es como un horrible agujero negro en su corazón «conquistado».

Sigamos. 

Los padres de Serkan. Cada uno por su lado están dándose cuenta de que Eda está cambiando a Serkan. El mismo padre de él lo dijo: «Hay personas en este mundo capaces de cambiar a todos los que la rodean». Pues sí. A las pruebas me remito. Poco a poco, Eda está haciendo cambiar a toda la familia Bolat. A quien ella toca, lo hace brillar. Y no sé por qué algo me dice que va a ser el detonante para cerrar heridas entre Serkan y su padre porque esa relación, no vayáis a negarlo... muy normal no es. ¿Qué clase de padre no le da a su hijo el regalo de cumpleaños personalmente? Como decimos en mi tierra, estaremos aliquindoi con todo esto.

Pasaré de puntillas sobre el tête-à-tête de Selin y Piril y por la escena en la que Selin y Ceren se entrevistan con la periodista. Poco que añadir ahí salvo que Selin es una manipuladora nata. Cada vez me cae peor. No sé a qué juega y, sobre todo, es que lo que empiezo a vislumbrar con respecto a su relación con Ferit... no me gusta un pelo. Lo está utilizando y Ferit comienza a darse cuenta.

Coninuaré con tres de los momentos cumbres de este episodio. ¿Cuáles son? Momento anillo 1, momento escaleras y momento gato y ratón. ¡La madre que parió a Ayşe! Con los dos primeros logró que un angustioso nudo se instalara en mi garganta porque, pese a ser tan distintos, son igualmente conmovedores. En el primero porque... en lo más recóndito de los sentimientos de Serkan, éste sabe que ese anillo simboliza la unión. Sin ese anillo... ella ya no sería nada en su vida y eso no puede ocurrir jamás de los jamases, de ahí que pidiera prórroga y ajustara de nuevo el anillo en su dedo. Y el momento escaleras... ¡ufff! qué pedazo de escena. Sutil donde las haya, hermosa como medio de mostrarnos la desolación de ambos. Cuando Serkan subía esas escaleras y Sirius se paraba yo sólo podía rezar para que Serkan se girara, pero al igual que Sanem aquel día en las rocas... no lo hizo. ¡No lo hizo! 

-¡Ah, Serkan, ah!

-¿Ella estaba allí?

-Sí.

Se ha tragado el pesado nudo que tenía atascado en la garganta y lo ha disimulado bebiendo un buen trago de agua. ¡Pobre idiota enamorado!

Y con respecto al último... ¡ufff! Esa mirada cuando Serkan sale del baño y la atrapa entre sus brazos es de lo más sensual. Y sí, lograron que mil mariposas aletearan en mi estómago cuando sus miradas se encontraron.

Añadiré a estos tres otro momentazo. Conversaciones de Eda/Aydan y Serkan/Ayfer (¡ése es el nombre de la tía de Eda, leches!). Wow, wow, wow. Me recordó otras escenas. Me recordó otra serie. Me recordó a esas superposiciones de conversación que en su día compartieron Can/Emre y Sanem/Leila en ese pedazo episodio que fue el 40 de EK. De nuevo Ayşe poniendo su toque a todas las escenas. Ambos diciendo lo mismo a diferentes personas y al mismo momento. Ríanse señoras de la sincronización de un equipo de natación sincronizada. Ambos diciendo a la vez: «He cumplido todas mis promesas». Sí, las han cumplido pero eso no ha evitado que sus corazones se hayan visto involucrados en el juego y éstos salgan dañados por la desconfianza de Serkan. 

-Estamos de acuerdo en que era lo más lógico. 

-Sigue callado, hazme el favor, pero tendrías que haber buscado otras vías antes de acusarla de la manera que lo hiciste.

Pero continuemos. Vamos a dejar aparcada esta pareja y vamos con la otra. Selin/Ferit. No sé en qué bando poner a este hombre. Lo tengo en cuarentena. No lo ubico. Pensé que iba a ser un «Caballo de Troya» de Kaan en Art Life pero ahora ya no lo tengo tan claro. No después de lo que hablaron él y Eda.

-¿Eda habló con ese imbécil?

-¡Que te calles, leches! Eres peor que Monchito. De verdad.

-No sé quién es ése. ¿Otro enamorado de Eda? ¿Dónde puedo encontrarlo? Le ofreceré un trabajo en la Patagonia.

¡Dios, es imposible! ¡Hoy no se calla ni debajo de agua!

Vuelvo a Ferit. Lo que estaba diciendo es que ya no tengo tan claro que sea una avanzadilla de Kaan. Este personaje se está dando la vuelta como se le daría a un calcetín. Realmente está enamorado de Selin, de sus palabras a Eda se saca esa conclusión. También de la llamada que le hizo a Kaan. Yo más bien creo que es un hombre que se siente como plato de segunda mesa, la segunda opción de Selin. Lo peor de todo es que nunca se sabe qué puede hacer un hombre despechado si finalmente Selin opta por romper el compromiso. Personalmente, no creo que esto llegue a suceder porque a Serkan se le ve bastante el plumero y todos se han coscado que su corazón ya tiene dueña. Y cuando un corazón es conquistado... ya no hay adalid de bando contrario que sea capaz de conquistar la ciudadela. Ésta ya hace tiempo que tiene bandera. 

-¿Verdad, Serkan?

-¿Me permites hablar ahora?

-Claro que sí, cariño.

-Pues ahora el que no desea hablar soy yo. ¿Para qué? Has hablado tú solita y ya me has colgado el sambenito.

-Lo que hay que soportar con este hombre.

En fin, aprovechemos que no quiere hablar para añadir que Eda «ha salido» (momentáneamente) de su vida y él ha vuelto a ser el hombre insufrible que era. Tanto es así que tenemos a Leila a punto de caramelo para que se dé de baja por depresión. Necesita a Eda en su vida. Así que permítanme parafrasear al coronel Nathan R. Jessep para decirle a Serkan lo que tengo que decirle: 

«Tú no puedes encajar la verdad. Vives en un mundo que tiene muros y esos muros tienen que estar vigilados. [...] Tú no quieres la verdad porque, en zonas de tu interior que no charlas con amiguetes, la necesitas en ese muro, la quieres en ese muro.» 

Y el que en su segundo intento Eda le haya devuelto el anillo va a ser un revulsivo para Serkan. ¿Alguien lo duda? 

¡Juas! Lo que yo decía, hasta las trancas. En estos momentos, Serkan se ha metido la mano en el bolsillo interior izquierdo de la chaqueta y ha sacado el precioso anillo de platino con forma de flor con diamantes rosas engastados y lo está acariciando entre sus dedos como mi Berkant hará en un futuro con el anillo de Derya. A mí las lágrimas me están corriendo por las mejillas, jamás he visto en primera persona a un hombre tan devastado como Serkan en estos momentos. Acaba de levantar su cabeza y me ha mirado a los ojos con esos ojos de un color que aún no defino y su expresión ahora es de determinación. Creo que está dispuesto a recuperarla sea como sea. El tiempo dirá. Vamos a ver qué sucede en el siguiente episodio, el 9, que, Dm, veremos este miércoles.

Hasta aquí por hoy. Me quedo rumiando la conversación de padre e hijo y con la sensación de que Alptekim, al igual que Ayfer (y el resto de televidentes), ve más allá.

Un beso a todas y ya me despido con la pregunta de hoy. ¿Alguien más se ha dado cuenta que Serkan no tosió ni una sola vez cuando fue a la floristería con la excusa de los documentos del notario que Eda debía firmar?

Nos vemos con el análisis del siguiente episodio, queridas.