Sen Çal Kapımı - Bölüm 12

Buenos días, chicas.

Sí, ya sé que voy con retraso, muuucho retraso, pero en unos segundos igual entenderéis el por qué. He estado de vacaciones y me ha dado por ponerme al día (bueno, más que ponerme al día, verme la serie entera) con «Cesur ve Sühan» (pronto reseña). Pero vayamos a lo que nos interesa. El episodio 12 de «Sen Çal Kapımı». Recordad que en el episodio 11 nos quedamos en un punto álgido de la trama y el impacto que nos llevamos con ese...

«Porque estoy enamorado de ti como un loco.»

Vaya tela.

Pues nada, comencemos por el principio y por lo que a mí me parece todo un final de temporada y demos inicio a lo que para mí no es otra cosa que el inicio de una segunda temporada. Esperemos que la guionista no la pifie. Esperemos que no la pifie porque cuando llegamos a un final como éste y un inicio de una relación ya más o menos estable, los guionistas (todos, sin excepción) comienzan a liarla parda. Y tanto la terminan liando en algunas ocasiones que luego no reconoce la serie ni su padre. Y ¡ojo! que estoy escribiendo esta reseña sin haber visto aún el episodio del yu-yu, es decir, el número 13. Apenas he aparecido por redes y ni siquiera he visto el avance del 14 porque no quiero «autoespoilearme». Así que, por favor, tenedlo en cuenta mientras leéis esto.

El episodio que hoy nos ocupa tiene buenos tintes de comedia de enredos, sobre todo en lo que se refiere a las amigas de Eda donde incluyo a Erdam. Lo que me pude reír con un par de escenas en las que él es protagonista indiscutible. En serio, el pobre es un metepatas y bocachanclas de marca mayor. Además está como las maracas de Machín. Si no os habéis reído con él en este episodio ya os digo que os hace falta una clase acelerada de humor andaluz. Sí, sí, ya sé que son turcos pero es que es un personaje que podría pasar por andaluz sin despeinarse.

Vamos con Selin. ¡¿Qué leches hacemos con esta mujer?! A veces me entran ganas de darle una colleja para ver si así la pobre «despabila». A ver, cariño, que tanto has querido abarcar que al final te quedas para vestir santos, te lo digo yo.

Pero dejemos aparcada (de momento) a Selin y vamos con Alptekim. ¡Ufff! ¡Menudo embolado! Esto está que arde. Ahora piensa que Eda se ha inmiscuido en la vida de su hijo para vengarse por la muerte de sus padres. A ver, señor Bolat padre... ¿en serio? Porque yo dudo mucho que Eda siquiera sepa la empresa responsable del accidente que les costó la vida a sus progenitores. Vamos mal, muy mal. Sobre todo si implicas también a la señora Bolat y la haces creer que tu teoría es cierta. ¡Menudo marrón! A ver cómo salen de ésta sin dañar los sentimientos de tu hijo y los de la chica que le ama locamente. Porque, vamos, si Serkan están «locamente enamorado» de Eda... ella no se queda atrás.

Avancemos un poquito con ellos, con Eda y con Serkan. Él ya ha declarado abiertamente sus sentimientos y pretende que ella haga lo mismo. En el fondo está tan enamorado de Eda que no juega ni contempla la posibilidad de que el sentimiento no pueda ser mutuo (cosa que es, ojo, pero la prepotencia del momento me hizo sonreír). Y ese beso en la mejilla de Eda tras la sonrisa socarrona y de medio lado de Serkan... ¡qué delicia! A ver, aquí en Europa habríamos tenido mínimo un beso de tornillo pero recordemos que son turcos. ¡Una lástima! ¡Me cachis!

Volvamos a Selin. Suerte tiene de poder descargar su conciencia en Piril y gracias a Dios que Piril tiene la cabeza sobre los hombros y es capaz de hacer ver a Selin la realidad de los sentimientos de Serkan pese a que éste sea tan parco en decirlo porque lo que es demostrarlo... lo demuestra con cada mirada, con cada inflexión de su voz. Ya se lo dijo Engin, es incapaz de concentrarse en nada si no la tiene bajo su estrecha vigilancia.

En cuanto a las amigas de Eda... Pues... ¿qué os puedo decir? Melo sigue siendo un alma cándida, enamoradiza y que vive en su pequeño mundo de fantasía la mayoría de las veces. Es el perfil perfecto de la persona que cree en los finales felices de los cuentos de hadas. Es una idealista de las relaciones y de esas personas a las que se le puede hacer mucho daño. Al menos es ésa mi percepción de este personaje, no sé si será también la vuestra. En contraposición tenemos a Fifi, ella tiene los pies en la tierra y es una persona que desconfía de las buenas intenciones del prójimo. En cuanto a Ceren... os juro que aún no sé qué voy a hacer con ella. Creía que se iba a enamorar de Engin pero en este episodio he vislumbrado un par de detalles que me hacen verla de manera diferente. Por el momento... permitidme no pronunciarme al respecto. Ver veremos hacia dónde nos conduce este personaje.

Volvamos a Selin. Volvamos a ella. ¿Está enamorada realmente de Serkan o lo ve como el sueño jamás realizado de su adolescencia? Está claro que decide casarse con Ferit. Es como cuando pensamos algo así como de los males el menos. Pero aun así es incapaz de ocultar que la hiere el ver a Serkan con Eda. Esa escena en la calle cuando los ve en la cafetería haciéndose arrumacos... ¡Dios! ¡Dolió! Me dolió hasta a mí. Y eso es lo que la lleva de nuevo a hablar con Serkan y a la escena más dura que tuvimos la oportunidad de ver en este episodio. Menuda conversación entre Serkan y Selin. Sin desperdicio. Y, desde luego, para Ferit, un golpe de lo más duro. Un golpe del que casi fue testigo una de nuestras chicas. Ahí entró en liza nuestra escudera Ceren pertrechada de armadura y lanza al rescate del joven príncipe. Ahí mi cerebro emitió una especie de click y una nueva posibilidad se instaló en mi cerebro. Sobre todo porque la conversación que mantiene primero con Piril y luego con Engin deja bastante cerrada la puerta Engin/Ceren y el camino abierto para lo que se vislumbraba desde el principio: la pareja Engin/Piril. Estaré al pendiente de qué hace la señora Kutlu con el personaje de Ceren. Ella no es de las que dan puntada sin hilo. Otra cosa a añadir en el haber del ver-veremos.

Como ver-veremos cómo encaja Aydan la relación ya real del todo entre Serkan y Eda. Huy, huy, huy... la cosa se va a poner que arde. Y no nos podemos olvidar tampoco de la reacción de Ayfer, la tía de Eda... ¡esa va a ser de fuegos artificiales! La pregunta a hacerse en este momento es si la tía de Eda sabe realmente quiénes son los Bolat. ¡Madre del Amor Hermoso la que se nos puede venir encima! Una buena muestra de ello es cómo se esconde Eda cuando va a ver a Serkan y se encuentra con que ya está allí Aydan y Seyfi. En serio, dos adolescentes en su etapa de tonteo no se esconden tanto como ellos.

-¿Dos adolescentes en su época de tonteo, Elf?

-Vamos, no me vas a decir que no parecéis dos de ésos. ¿Me tomas el pelo, Serkan?

-No sé si somos dos adolescentes, pero yo me siento como en una nube.

-Normal, hijo, en tu vida te podías imaginar que, al igual que Avon, el amor llamaría a tu puerta.

-😂😂😂. A veces no hay quien entienda tus expresiones.

-Lo sé. Mis expresiones están dirigidas a mentes pre-claras, 😂😂😂

Pero avancemos un poco más o no acabaremos nunca (permitidme que os diga que analizar estos episodios es poco menos que escribir un libro de la Biblia). Avancemos no sin pasar por alto las hermosas y bellas leyendas que nuestra guionista (mi favorita por cierto) nos va dejando como miguitas de pan para encontrar caminos. Es toda una delicia poder disfrutar de ellas. Como bellas y candentes escenas nos regala entre nuestros protagonistas porque, a ver, no vengáis a decirme que las escenas que comparten Eda y Serkan en la intimidad no están cargadas de fuego fatuo. Caldea el ambiente, los pone a tono y luego termina todas y cada una de ellas de manera sutil y sin darnos lo que realmente esperamos y queramos: un beso. Caricias furtivas, roces de narices al estilo esquimal, juegos y palabras susurradas pero nada con enjundia. Lo que no es para nada malo sino todo lo contrario. Esos juegos que crea entre los protagonistas hacen en el espectador quedarse con ganas de más.

«Me pregunto... ¿quién puede vivir sin quién?»

«Eda, el juego que estás jugando puede funcionar con otros, pero no con Serkan Bolat»

¡Toma toalla! Lo que viene a significar que ninguno de los dos puede vivir sin el otro y si eso no lo habéis captado aún... mal vamos.

No obstante no todo en esta serie gira en torno a la pareja de protagonistas, los aderezos que representan los secundarios dan consistencia a la masa y el resultado es un delicioso pastel del que nos hace partícipes indiscutibles su guionista. ¡Dios! ¡Adoro a Ayse! ¡La adoro de verdad! Sólo espero que no la pifie. Que no la pifie porque entonces todo esto que estamos viviendo con ellos quedaría en agua de borrajas y eso sería un puñetero desastre para una serie que, al igual que su predecesora, tiene magia. Magia en la historia, magia en la pareja protagonista, magia en los diálogos y magia en las escenas más tontas. Lo vemos una y otra vez a lo largo de todos los episodios, pero más aún cuando recurre a las idiosincrasias de las que ha dotado a los personajes porque, vamos, no me vengáis a decir que el mal que aqueja a Eda no es oportuno y divertido. Esa escena entre ellos y la tía de Eda es maravillosamente agradecida. La reacción de él, la cara de la tía Ayfer... lo cierto es que no sabía si reír por la loca situación o caer rendida de amor ante Serkan. Ufff, ufff, ufff. Los juegos que ambos se traen entre manos son pura fantasía para el espectador que nunca sabe qué se va a encontrar a continuación. La cara de Ayfer en ese momento fue la mar de divertida. Ella toda seria y él asintiendo mientras mantiene a Eda acogida contra su cuerpo mientras está desfallecida. Todo serio diciéndole a la tía que jamás la dañaría y mientras la otra en la inopia, 😂😂😂 

Encima es que el bueno de Serkan ya ni se corta. Porque... ¿qué me decís del momento regla? ¿Fui yo la única que captó un doble sentido en todo ese tejemaneje que se trajeron entre manos? En serio, ¿fui yo la única que se rio a mandíbula batiente? La ronea de tal manera que ni una ronda nocturna del tuno de turno. 

-¿Qué demonios es eso que has dicho? Chica, tus palabras me dejan la mayoría de las veces anonadado. Haces unos juegos de palabras que me descolocan.

-😂😂😂 Estoy pirada, nada nuevo en el horizonte, querido.

-Sí, ya veo. Estás como una puta cabra.

-¡Ya te digo!

Sí, yo estaré como una puta cabra y él enamorado hasta las trancas. Nada nuevo en el firmamento salvo el bautizo de una estrella junto a la constelación de Sirio. ¡Dios, morí! ¡Ese gesto fue increíblemente hermoso! Regalarle una estrella con su nombre y dejar constancia de todos sus sentimientos por ella fue uno de los momentos más hermosos de este episodio. Y todo ello bajo la sintonía de Gold. ¡Fantabuloso!

Y vamos llegando al final de este episodio. Lo hacemos con una de las parejas secundarias de esta serie, la de Selin/Ferit. Sí, ya sé, me dejo cosas en el camino pero es que esto se convierte en algo más largo que un día sin pan. Desde luego la decisión que toma Selin de vender sus acciones al nuevo socio va a ser un quebradero de cabeza de marca mayor para todos los Bolat y de nuevo ver-veremos si la decisión es acertada o un puñetero desastre. Creo que tendría que haber esperado a saber con qué nos vamos a encontrar por ese lado que nos lleva al cierre que se masticaba desde el inicio, un cierre casi con final de tragicomedia griega (como no podía ser de otro modo) cuando Ferit hace lo que todo hombre con dos dedos de luces haría en un momento crucial de su vida. Respirar profundamente, ver un futuro negro cargado de dudas y actuar en consecuencias. Y, como toda decisión, tendrá su lado positivo y su lado negativo. Cierro esta fic-reseña recurriendo a la frase de una buena amiga:

«¿A dónde coño va Serkan saliendo detrás los novios?»

Eso mismo me pregunté yo. ¿Qué coño haces, Serkan?

Bueno, pues hasta aquí el análisis de hoy. Os dejo hasta dentro de pocos días donde volveré con el análisis del episodio 13 emitido el miércoles 7 y que espero que sea antes de la emisión del nuevo episodio, el 14, que está por emitir.