martes, 13 de octubre de 2020

Bay Yanlış - Bölüm 14 (FINAL DE SERIE)

Hola, chicas.

Vengo hoy con la reseña del cierre de una serie que, durante unos pocos meses nos ayudó a evadirnos de problemas personales y de una pandemia que asola La Tierra de punta a punta. Una serie en la que, durante los episodios que duró, pudimos ver una nueva evolución de un actor que ha calado profundamente en su fandom. Y, aunque nada dura eternamente, lo cierto es que los turcos han vuelto a defraudar al público internacional.

Dejad que me pare unos breves instantes sobre el tema de la cancelación, dejad que mire en conjunto la decisión tomada. Es un desastre. Lo miremos por donde lo miremos... lo cierto es que es un puto desastre. ¿Por qué? La pregunta del millón. Una pregunta a la que sólo unos pocos elegidos tiene respuesta. Si teorizamos sobre la misma... las respuestas pueden ser varias y complejas. Yo, sinceramente, tengo mi teoría y mi teoría es que quieren hundir a todo aquél que saca la cabeza del tiesto.

No cabe la menor duda de que la serie «Bay Yanlış» era una serie transgresora para un país anclado en unas costumbres que, lejos de evolucionar, involucionan. No cabe la menor duda de que allí venden más las desgracias y los infortunios; series donde la protagonista pasa por violaciones, vejaciones o un continuo devenir de tragedias y donde el espectador termina (a la fuerza) hecho mixto, hecho puré (llámenle ustedes como bien guste). Esas series sí aumentan en reyting como bien llaman ellos a esas estadísticas (para mí) no del todo fiable. Pero cuando tu intención es hacer caja en el extranjero... ahí la cosa cambia. 

En los países a donde los turcos pretenden exportar sus productos... consumimos otro tipo de series, nuestros gustos son diferentes. Nos inclinamos (en la gran mayoría) por un producto televisivo que nos haga evadirnos y buscamos salida a la desidia y la apatía, buscamos en las series diversión. Diversión sin más. Si ésta viene acompañada de crítica constructiva social, viene acompañada y aderezada por una suerte de hacernos ver que las personas de hoy son libres y no tenemos que ir dando cuentas a nadie, que no importa si eres feminista, homosexual, transexual porque la sociedad te tiene que aceptar como eres y no basándose en unos estereotipos ya del todo manidos... pues bien venido sea. Pero parece ser que nuestros vecinos turcos no opinan lo mismo. Un beso es censurable, que a una mujer le partan la cara (ya sea marido, padre o hermano) eso está bien, ahí no hay censura que valga. Deberían hacérselo mirar. Deberían hacérselo mirar y mucho.

Tanto GOLD como FOX han entregado al público internacional, bajo la habilidosa mano de sus guionistas Aslı y Banu Zengin, una serie donde se ponen de manifiesto que la sociedad está cambiando, que lo que antes era invisible se está volviendo visible y eso no habrá gobierno que lo pare. No se puede vivir anclado en valores morales del pasado porque eso nos lleva a que en países como Irán se ejecute a un hombre sólo por el hecho de ser gay o a una mujer por el simple hecho de haber cometido adulterio. Vivimos en una sociedad donde esto tendría que haber quedado atrás hace mucho, pero parece ser que la involución a la que muchos aún se aferran pueden determinar el que una serie siga o no en antena. Netflix ya ha dado un toque de atención en este sentido, ha amenazado con despedirse de Turquía simplemente porque (al parecer) el gobierno turco pone palos en las ruedas simplemente por tener un personaje abiertamente homosexual. Sinceramente, no es en ese tipo de sociedad en la que yo quiero vivir, en la que la gran inmensa mayoría de los chicos de hoy debería vivir. Por eso creo que, al tener una serie abiertamente crítica con todo esto... han puesto más de una piedra en el camino desde el inicio. Y no es que lo diga yo... es que es así. Con el primer episodio se armó un tremendo revuelo y yo sólo podía alabar los cojones y ovarios que tuvieron todos desde Can Yaman, su protagonista principal, hasta el último de los cámaras. Aun así, está visto que la censura podía mucho más porque nos esquilmaron escenas de besos o edredoning. Vaya tela. Como también es otro vaya tela el no mostrar en sus series la sangre o las bebida alcohólicas (éstas siempre aparecen pixeladas). Incomprensible. Estas series no las ven niños de seis años, están pensadas para el público adulto, ¿qué necesidad hay de eso? ¿Nos hemos vueltos paranoicos?

En fin, dejemos todo esto a un lado y vamos a la serie en sí y a lo que nos han dejado sin resolver. Normal, una serie que ya tenía el episodio 14 (el último) grabado en su totalidad cuando anunciaron, tras la emisión del 13 de que se cancelaba sin prórroga alguna. Sí, ya sé, otras series como la de Elçin o Serkan también tienen anunciado su final, pero al menos a éstas les han dado margen para cerrar tramas. Con «Bay Yanlış» no hemos tenido esa suerte. Todo ha sido demasiado precipitado. La vuelta de La Gabbia a manos de Özgür casi fue un tren expreso y la pedida de matrimonio un cohete a la luna. ¡Y nos quejábamos de EK! Al menos ahí tuvimos 7 minutos.

En esta serie se han quedado muchos cabos sueltos sin resolución real. Hemos sido testigo de una escena entre Ozan y Deniz que luego le han dado una explicación chapucera y cual meteorito. Venga, va, ¿alguien se traga que la amargura de Deniz tras salir pitando del coche de Ozan era porque había estado casada antes? ¡Un cirio capuchino!

En cuanto a Levent y Cansu. Final exprés. Cada uno por su lado porque Cansu ya estaba hasta las narices, pero fijaos y analizad el detalle antes de que esto ocurriera. Los anillos los llevaban en la mano izquierda. Eso significa que se habían casado, ¿no? Sin embargo, en ningún momento fuimos testigos del sí, quiero.

Si nos vamos a Tolga y toda la trama montada para hacerse con La Gabbia... tampoco ha quedado nada resuelto. Sí, le ha devuelto el local a Özgür bajo las amenazas de Serdar (aunque él incrimine a Ezgi) pero nada se ha aclarado en cuanto a los tejemanejes de Gimze. Eso, me temo, no se sabe ni se sabrá... 

Hemos asistido a un episodio de simple y puro relleno porque no estaba previsto que fuera el último. Nos hemos quedado con la mosca detrás de la oreja sobre el maligno plan del cuarteto (ya convertido en terceto) macabro sobre la que iban a prepararle a Özgür con una ex novia que fue contratada para este episodio y que, de la noche a la mañana tuvieron que eliminar de escena porque no habría dado tiempo material a que se resolviera nada.

Nos han dejado a medias con el lío montado en torno a la tía Fitnat y su marido y nos han colado de manera precipitada y atolondrada un divorcio sin divorcio porque no sabemos en qué habría quedado el caso que, a todas luces, iba llevar Deniz.

Y, como colofón, Ezgi se hace socia de La Gabbia de manera poco menos que milagrosa. Lo del «te casarías conmigo» en la terraza del ático... una buena anécdota.

En fin, hasta aquí llegó. Nos han dejado momentos emotivos como la sinceridad con la que habla Özgür sobre que su prioridad es Ezgi; momentos divertidos como esa acampada sorpresa y momentos inusuales para una serie turca como la escena camiseta del episodio 1. Hasta aquí una serie que no se va a retomar porque (de nuevo) el sr. Turgut no tiene anchura de miras. Él sólo ve la pasta de manera inmediata y no a largo plazo. Y lo de FOX... pues, nada, que mejor pasar por allí de puntillas y con la nariz tapada. Menudo baño de realidad nos han dado ambos: productora y cadena. Nos hicieron soñar con que las cosas, esta vez sí, iban a ser diferentes en Turquía y nos la han metido doblada.

Seguiré en espera del nuevo trabajo de Can, pero le pido al Universo que sea lo más lejos posible de Turquía. Una Turquía que no ha sabido valorar el estupendo trabajo que tenían entre manos, que no ha sabido valorar a un hombre que lleva su patria por bandera allá donde va y que imagino sangra por dentro con cada desprecio que obtiene. Yo me quedo con la última lección que nos dio a través de su personaje de Özgür. Han sido muchas las que nos ha dado, muchas señales y muchos guiños pero ésta última vale su peso en oro.

«No seas esa clase de chica que se olvida de sus amigos cuando tiene novio.»

A buen entendedor...

Y ahora sí me despido. Me despido del personaje de Özgür y me despido de una comedia brillante pese a que la química «romántica» de la pareja brillaba por su ausencia. Importante el subrayando de romántica. Había mucha compenetración entre Can y su compañera Özge, pero no románticamente hablando. Él igual ponía toda la carne en el asador, pero no iba acompañado y es por ello que me despido con un sentimiento agridulce. Agrio porque nos han vuelto a dejar a medias y dulce porque el Niño ha demostrado que se merece la fama que tiene internacionalmente.

-Özgür, ¿me pones un Manhattan*? Quiero despedirme de La Gabbia con todos los honores que ésta se merece.

No podéis verlo, pero me ha preparado la copa con una sonrisa que no ilumina sus ojos; me ha guiñado un ojo y me ha prometido que volveré a verlo. Sólo espero que esta vez sea con producción italiana o española donde eso de la censura quedó atrás incluso antes de que el Caudillo (alias Dictador) Franco estirara la pata.

Nota*: Cóctel Manhattan.
Ingredientes: 2 ½ Oz / 75ml Whiskey (Rye o bourbon), 1 Oz / 30ml Vermouth rojo (Sweet), ⅛ Oz / 4ml sirope de maraschino (del bote de cerezas), 3 chorritos Angostura Bitters y 1 ó 2 Cerezas maraschino para decorar.

10 comentarios:

  1. Ay niña, es que es todo tan... Ya ni tengo ganas de despotricar.
    Es que por cortar, estoy más que segura que cortaron parte de la acampada para poder poner lo que grabaron a última hora para poder cerrar con cierta dignidad. Porque estoy segura que el final que tuviesen en mente las guionistas, el director y el equipo técnico sería digno de esta producción como han ido haciendo a lo largo de los 13 capítulos anteriores.
    Dejaron tántas cosas a medias que enumerarlas daría para una serie nueva. Cómo porqué narices llamaban a Emre Pablo. Cómo evolucionaria la relación de Ozan y Deniz, el dolor del pasado de Deniz que tanto le perturba, hasta dónde llegaría la obsesión y maldad de Serdar, quién destaparia los tejemanejes de Guizem, volveríamos a ver a la hermana de Özgür, el divorcio de la tía Finat que fijo nos daría momentos histriónicos...
    La lista sería muy larga.
    Esperaremos nuevos proyectos de todos y tal vez de algunos juntos de nuevo. Eso sí, esperemos que todos se lo replanteen bien porque o cambian el modo de "negocio" o irán en picado. No hay más que ver en estos últimos días la de cancelaciones que ya se saben y la de ellas que están en el aire pero que pueden caer en cualquier momento.

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    1. Yo es que me quedé patitiesa, Montse. Al menos al resto le han dado 2-3 episodios de margen. A ésta ni eso y los números internacionales... cantan por sí solos.

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  2. Sería lo lógico, pero aquí la lógica parece que no tiene cabida

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  3. Tienes muchas razón. Nos creiamos una cosa y resulto que siguen anclados en 1.441 (Año Musulman) y que no se mueven. Una pena de Pais o de sus Mandatarios. Espero que puedas tomarte mas cocteles si no en La Gabbia donde nos lleve Can Yaman. Hasta la próxima y como tu dices en tus escritos, continuara......

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    1. Siguen anclados aunque no sé muy bien en qué época, la verdad. Igual algún día despiertan. Quedan tres años para elecciones, miedo da saber qué va a salir de esas urnas al ritmo que van.

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  4. Pues yo he visto la serie por Can, pero el guión no me ha gustado, no hay trama, si ,los personajes frescos y liberales, Özgür y Ezgi no me llegado como pareja, me gustaron más en Donulay, es que el personaje de Ezgi....no se cómo calificarlo, no creo que Özgür se enamorara de alguien así, no vi nada destacable en ella, voy a volver a verla desde el principio a ver si es que se me ha escapado algo, veo que ha dejado tanta huella por ahi,�� que me sorprende��

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    1. Porque no hay química. Se enamora de la libertad que representa Ezgi frente a todo tipo de chicas que quieren mantenerlo encerrado en una relación arcaica. El personaje de Ezgi es diferente y eso es lo que lo atrae. De todos modos no es un enamoramiento a primera vista pese a lo que pueda haber dicho Özgür en esa terraza.

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  5. Una vez más extraordinario!! Yo de la manito contigo en todo lo que has dicho, que se large a trabajar al extranjero, solo quisiera que Volviera a casa más seguido de lo que lo hace cualquier persona que ha andina su país, porque esa sensación de pérdida es tremenda.

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    1. Turquía se le ha quedado pequeña. Es demasiado liberal para encorsetarlo en una sociedad como ésa. A veces dudo de que sea incluso de religión musulmana. Católico tampoco, ojo, pero una suerte de cristiano de anchas miras y sin un ápice de arcaísmo. Un visionario.

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