Bay Yanlış - Bölüm 5

Buenos días, chicas, ¿estáis preparadas para asomaros al mundo de «Bay Yanlış» una semana más? ¡Pues mostrad billete al chófer de este autobús, elegid asiento libre que nos vamos de viaje a Gölek! ¡Hemos de asistir a una boda! ¿Todas lleváis en vuestro equipaje el traje para la ceremonia y las pamelas? Pues venga, vamos que aquí da comienzo mi cóctel-reseña.

Antes de nada os voy a explicar en qué consiste esto. Una reseña, al igual que un buen cóctel está siempre compuesta por una buena mezcla de diferentes elementos algunos más fuertes que otros, con gas o con espuma. Y en esta ocasión tenemos mucha espuma, la del mar. La del mar de Gölek ese olor a salitre que se queda impregnado en la piel y se mezcla con el propio olor corporal, que huele a mar, a sal y a sol.

Nada más gratificante y chic que disfrutar de una buena mezcla sacada de una coctelera.

-Özgür, querido, ¿qué nos propones hoy?

El chico, ya sabéis cómo es, ha lanzado una de esas sonrisas de si pudiera te haría un hijo y ha empezado a echar de todo en la coctelera. Ni os imagináis la de deseos impuros que crea en la mente de quien lo ve haciendo esto. Qué le vamos a hacer es que lo que vale, vale, y ya sea Can o ya sea Özgür, es el sueño húmedo de muchas. Que yo no lo vea así no evita que reconozca que es un dios encarnado en el cuerpo de un mortal.

-Ahí va un Gimlet*, querida.

Este chico me tiene siempre taquicárdica. Ya le vista Parlaque con androjos que el tío está bueno lo mires por donde lo mires. Y es para mirarlo mil y una vez. ¿Visteis las pintas que llevaba en la boda de su hermana? De nuevo una camisa sin mangas, pero ¿qué me decís de la chaqueta? Mis compañeras de fatigas en Twitter apreciaron una característica bastante interesante de esa chaqueta. La teoría no es mía así que les doy a ellas todo el rédito de apreciar «el» detalle. Sí, efectivamente, lo que Özgur porta es un diseño exclusivo probablemente diseñado por uno de sus managers, Ilker. Digo probablemente porque no he logrado encontrar si es así o no. Disculpadme por ello. En fin, continúo. «El» detalle al que hacen referencia es la silueta que se aprecia en la espalda de la chaqueta. La comparan con las dianas de prácticas del tiro deportivo. ¿Por qué llevar semejante prenda? Bueno, ya veníamos diciendo que una característica insólita de este personaje es que comunica con su ropa y esa prenda en concreto... pues eso, que se autodenominó blanco de todas las críticas, malas lenguas y desaprensivos periodistas que no tienen nada mejor que hacer que estar continuamente desacreditándole ya sea por una palabra, por un gesto o por lo que le salga a ellos de sus zonas bajas. Dejémoslo ahí.

Pero continuemos porque el episodio dio para mucho y lo que os he contado podría quedarse en una simple anécdota aunque he de decir que esos mensajes subliminales (y no tan subliminales) que hay en esta serie son para echarle de comer aparte. Aslı cada vez me sorprende más con los diálogos en este sentido y si a ello añades a la coctelera las idiosincrasias de cada personaje... el resultado, al igual que el cóctel que hoy nos ha preparado Özgür, tiene un efecto tan penetrante que puede acabar tumbándote como le pasó a Ezgi en la fiesta.

Por cierto, lo que me pude reír en ese momento. Ezgi diciendo que nooo, ella no bebe y el otro diciendo por lo bajo algo así como «Nooo, claro que no, sólo lo migas». Vale, aquí un inciso porque esta frase que yo he soltado no es obviamente (ni de lejos) las palabras textuales del episodio, pero, vamos, que, de haber un buen traductor de español para la serie, iría que ni al pelo. No sé por vuestros lares, pero por aquí, por Málaga (que es donde yo vivo), decir que una persona lo miga es decir que puede pillarse alguna que otra cogorza. Bueno, yo... ahí lo dejo.

Pero vamos con el episodio, continuemos con el mismo por donde nos quedamos en el anterior, por ese momento en el puerto donde hace su aparición estelar en el peor de los momentos el ginecólogo que se ha propuesto conquistar a Ezgi. ¿Os fijasteis en el movimiento de cejas y labios de Can cuando aparece? Y ese era Can, no Özgür. Lo juro por mi madre. Era Can diciendo: «No cabíamos en casa... ¡y parió la abuela!».

La verdad, Serdar es un personaje que puede dar mucho juego para sacar de sus casillas a Özgür. No puedo estar más feliz con este personaje porque es el que va a actuar de detonante para que nuestro chico termine aceptando lo que a todas luces ya se «ve»: que se ha enamorado de Ezgi. Va a ser muy atractivo ver a este Özgür celoso y actuando como un troglodita pero lo mejor va a ser ver las reacciones de Ezgi porque ella... ella no es de todo comer, ella es una mujer con carácter y, aunque siempre se ha dejado llevar mucho en sus relaciones, nunca ha perdido su esencia. Va a ser interesante ver el desarrollo de esta relación con el correr de los episodios.

Muestras de esto hay muchas a lo largo del episodio que hemos visto este pasado viernes 24 de julio porque el momento «mesa compartida» en la boda y el momento «baile» es que no tiene desperdicio. Vamos, ninguno.

Y las caras de Can... ¡Las caras de Can es que no tienen parangón! ¡Lo que me puedo reír sólo con sus expresiones! Si la ves en turco puro, sin prestar atención a subtítulo alguno, aunque no te enteres de una mierda, te das cuenta de que tampoco hace falta porque por sus expresiones, sus gestos, su postura corporal y las inflexiones de su voz... sabes lo que él quiere dar a entender a quien lo vea. Poquísimas veces he visto a un actor tan expresivo. Poquísimas veces. He leído por ahí que es otro «meme» andante. Sinceramente, no puedo estar más de acuerdo. Es un genio que siempre ha sabido conectar con el tele-espectador, pero en sus dos últimas series es que su conexión ha sido aún mayor. En este último trabajo está que se sale. Esa vena cómica que tiene la está explorando y explotando a base de bien.

Y Özge no le va a la zaga. Me sorprende esta chica. Jamás pensé que pudiera explosionar de esta manera con un personaje tan diferente al que le dio la fama por «Kiraz Mevsimi». Si bien la química (como yo la entiendo) no existe, la compenetración entre ambos actores es muy buena y prueba de ello son todas las escenas que comparten desde el momento «mojados bajo los aspersores» (también apodado por mi amiga Montse «la venganza del agua»**) hasta el momento «dormimos juntos» (tras el triplete, por ahora, te llevo en brazos hasta la cama) pasando por el de «baile cargado de bromas y celos» al «desmayo porque no bebo». Ambos son geniales. Nos están regalando una serie que es «cosa seria», ja, ja, ja.

Y es por ello que voy a traer ahora a colación algo. Permítanmelo, por favor. Por Twitter leí al respecto algo que no me gustó. No recuerdo de quién es la frase pero en ese momento estaba tan cabreada que decidí no contestar ni entrar al trapo. He intentando dar con el tweet pero no me ha sido posible así que no van a ser palabras textuales. El tweet decía algo así como que Demet había logrado sacar adelante su nueva serie, que había cerrado la puerta a «Erkenci Kus» y que Can se tenía que conformar con volver a trabajar con Özge como en «Dolunay». Lo que daban a entender es que una había pasado página y el otro había tenido que conformarse con las migajas que le habían dejado. Pues sinceramente, chica, cómprate una vida nueva porque la tuya no ha de ser muy feliz. Si no fueras como eres te darías cuenta de que esta serie es «LA» serie del año. Pero ya no sólo a nivel de Turquía sino a nivel internacional. El elenco al completo está «escogido», el guión es de puta madre y la historia, si su guionista no la pifia, puede dar para mucho porque es muy elástica y está llena de colorido y de luz. Una comedia de enredos al más puro estilo de las grandes comedias estadounidenses.

Porque no me diréis que esto no es una comedia de enredos. Es de las de marca mayor, lo juro. Si no... ¿a qué viene entonces que uno de los mejores amigos de Gizem sea el ex de Ezgi o la hermana de Serdar sea la periodista «tocanarices», eh?

Añadid también a este conglomerado a la otra pareja que ya se vislumbra en el horizonte y que me parece súper interesante, la que conforman Deniz y Ozan y... ya tienes otros ingredientes más del cóctel de hoy, el «hielo» que es ella y el «fuego» que aporta la ginebra que, en este caso, es Ozan. Sus miradas queman y derriten, por Dios. Por favor, Deniz, mujer, dale un chance al pobre Ozan que está loco por tus huesos y no hay manera de que pueda entrarte. Despides al pobre sólo con la mirada. Así no vamos a ningún sitio, querida. Hazme caso, chica, no vas a encontrar a nadie como él. ¿Va a tener que entrar en la ecuación «Polen» para que él se haga valer? Piénsalo, nena, antes de que sea tarde y lo pierdas por tu estupidez. Le tratas con la punta del pie incluso cuando intenta advertirte de los «mirones». Sí, ya sé que te bastas y te sobras pero así terminas mermando la moral a cualquiera, guapetona.

Pero... sigamos para bingo que línea ya hemos hecho. Sumen esto, queridas: Aslı juega con otras series de las que ha sido guionista y dota a algunos de los personajes de «Bay Yanlış», como es el caso de Emre, de algo poco visto hasta la fecha: ciertas reminiscencias de su personaje anterior. Y eso no es cosa mía, a las pruebas me remito. En el momento en el que el ex de Ezgi se «entrevista» con la maître del local de Özgur... ¿qué es lo que dice Emre? Pues viene a decir esto: «Por fin he logrado aprender a leer los labios», no pude evitarlo. Tuve que reírme porque Anil, el actor que interpreta a Emre, en su serie anterior «Erkenci Kus» donde interpretaba al inolvidable Cey-Cey era un negado intentando leer los labios. Momentos como éste, puntazos como éste, son los que enriquecen la serie. 

Luego están los detalles. Si algo tienen en común las dos series que estoy reseñando es que están cuajadas de grandes detalles. Sus guionistas, Aslı en ésta y Ayşe en la otra, tienen una suerte de conjuro alquímico en sus plumas y cualquier cosita que aparezca en la serie que a priori pudiera pasar desapercibida... puede convertirse en algo que, en un futuro, pueda tener mucha relevancia. Recordad la bandana de una y el anillo de compromiso de la otra en su anterior trabajo. Esta vez parece que ambas se han puesto de acuerdo. Aslı en forma de margaritas y Ayşe en forma de pequeño ramillete que, por mi madre, juro que si no son jazmines se le parecen un huevo. Seguiremos la pista de ambas. [Gracias, Montse, por tu aporte y por estar siempre aliquindoi, ;-)]

Y, para finalizar, los diálogos, no tienen desperdicio. Algunos ya los he ido anotando con anterioridad pero es que hay algunas escenas que no pasan desapercibidas y el que está «sembrao» y curtido en estas lides en Levent. Empiezo a cogerle el punto a este personaje. Las «tira» que da gusto. El tío es serio de narices, un imbécil integral que cae como una patada en el higadillo, pero al que Aslı ha sabido dotar de una «cachaza» y un estilo lingüísticamente hablando que es la caña. A eso le añades las peculiaridades que su actor aporta al personaje y tenemos a alguien que puede ser el chorrito de lima «rose» del cóctel de hoy. El que va a paliar la sequedad de la ginebra con su refrescante y ácido sabor. Y el que siempre termina descolocando a todos, a Cemsu y a todos y cada uno de los que estamos enganchados a este «dizi».

Desde luego, Özgür ha sabido prepararnos bien hoy el cóctel, ¿verdad?

Bueno, pues aquí lo dejo por hoy. Igual me he dejado muchas cosas en el tintero, pero es que los episodios de las series turcas dan para mucho y es imposible quemarlos del hilo al pabilo. 

Os lanzo ahora la pregunta de la semana. ¿Qué pensáis que van a terminar haciendo las madres de nuestros chicos? Empezaron ambas con muy buen rollo y admirando la pareja «escogida» por sus hijos pero... es que éstos dos han sabido hacer las cosas «rematadamente» bien (o mal), según la cara del prisma que mires, y han terminado provocando un auténtico conflicto, creando un ambiente de lo más tenso (a propósito) y que puede acabar como el rosario de la Aurora. 

En fin, nos vemos en el mismo lugar, ya la semana que viene, con la incógnita de qué sucederá en ese coche (éste sí que le va a Özgür) mientras vuelven a Estambul. Por cierto, la música que ponen en ese momento no tiene desperdicio. Busquen la traducción. Vaya tela, Pamela.

Gracias, Tamara, gracias, querida amiga. Tú ya sabes por qué, ;-)

Nota*: El gimlet es una bebida de origen británico que se hizo famosa al aparecer en la novela de Raymond Chadler, El largo adiós. Significa barrena o sacacorchos. Sus ingredientes (para dos) son 180 ml de ginebra fría, 15 ml de zumo de limón o lima frío, 30 ml de jarabe sencillo (15 ml de agua y 15 de azúcar) y 2 rodajitas de limón o lima. 

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