|
Título:
| Toda una dama |
Título original:
| Not quite a lady | |
Serie:
| Hermanos Carsington (4) Mujeres seducidas (1) |
|
Autor/a:
| Loretta Chase | |
Valoración:
| * * * * * | |
La chica: | Charlotte | |
El chico: | Darius | |
Editorial: | Cisne |
Sinopsis
Las leyes de la atracción pueden más que la moral y los buenos modales.
Darius Carsington es un truhán atractivo e inteligente, un hombre que ocupa sus días acostándose con mujeres de moral relajada y escribiendo artículos académicos. Las «perfectas» damas de sociedad le parecen muy aburridas, pero en la intachable lady Charlotte Hayward intuye secretos del pasado. Descubrir las grietas que se esconden bajo una superficie demasiado pulida constituye para él un desafío irresistible.
Lady Charlotte es tan bella, encantadora y gentil que nadie se ha dado cuenta de su asombrosa habilidad para no casarse. De muy joven aprendió una lección dolorosa sobre la confianza... y las tentaciones. Desde entonces, ha dedicado su vida a ser todo lo que debería, y no tiene la mínima intención de dejar que un hombre como Carsington la empuje a hacer todo lo que no debiera.
Darius Carsington es un truhán atractivo e inteligente, un hombre que ocupa sus días acostándose con mujeres de moral relajada y escribiendo artículos académicos. Las «perfectas» damas de sociedad le parecen muy aburridas, pero en la intachable lady Charlotte Hayward intuye secretos del pasado. Descubrir las grietas que se esconden bajo una superficie demasiado pulida constituye para él un desafío irresistible.
Lady Charlotte es tan bella, encantadora y gentil que nadie se ha dado cuenta de su asombrosa habilidad para no casarse. De muy joven aprendió una lección dolorosa sobre la confianza... y las tentaciones. Desde entonces, ha dedicado su vida a ser todo lo que debería, y no tiene la mínima intención de dejar que un hombre como Carsington la empuje a hacer todo lo que no debiera.
Opinión
«El problema de Darius Carsington era que no tenía corazón.»
Todos los miembros de la familia estaban de acuerdo en que el benjamín del conde de Hargate había nacido con uno»… pero lo perdió por el camino.
Me encanta esta autora. Es sencillamente genial. Nunca me decepciona y eso ya es difícil de lograr. Su forma de escribir es rica en matices y connotaciones, los caracteres de sus personajes tranquilos y maduros pero a la vez complejos y todo ello aderezado con buenas dosis de humor, pasión y sentimientos profundos.
Aunque no sea el mejor libro de ella, no dejo de admirarla conforme van cayendo sus libros en mis manos. Me ha gustado mucho como va desgranando la historia de una mujer que se siente culpable, muy culpable por haber abandonado a un hijo que tuvo en su más tierna juventud. Cómo este hecho la ha marcado de por vida intentando sobrevivir más que vivir siendo una hija perfecta.
Si echamos la vista atrás, sabemos de lo férreos que debían ser los principios morales de la época así que ¿qué podía hacer ella con un hijo a los diecisiete años y sin estar casada sino darlo en adopción y tapar su vergüenza? Nadie lo ha sabido nunca pero en esta vida no se pueden tener esqueletos en el armario, tarde o temprano… salen a la luz.
Darius Carsington es un hombre que llega a la vida de Charlotte y arrasa con todo. Pone su ordenada vida patas arriba. Es un libertino, un hombre en el que menos se puede confiar pero tras esa fachada de me importa todo un pimiento existe un corazón generoso protegido por cientos de kilos de hormigón.
Existe mucha química entre los personajes. Ella es una patosa que siempre anda cayéndose y perdiendo cosas. Él un hombre criado con toda la pompa de un lord estirado, pero juntos nos regalan una historia de amor preciosa donde sí que existe una segunda oportunidad de felicidad para alguien que dejó atrás la juventud y parte de su alma.
Darius clasifica el amor romántico en la categoría de superstición, mito y otras tonterías poéticas. Una emoción concebida principalmente en la imaginación.
Charlotte, una joven atractiva y rica tiene la ardua tarea de evitar casarse, y además evitar que la pillen en el intento de no casarse. Se había librado de un hermano (Benedict Carsington, remito a Perfecto) pero va a caer en las garras de otro, Darius. Un hombre regido por la Lógica. Tiene una máxima: Las vírgenes… ¡están prohibidas!
Hay varias escenas que me encantan. Una de ellas es cuando Charlotte está ordenando su biblioteca y colocando sus preciosos libros. Bueno, seamos sinceras, yo soy una maniática del orden. Todo lo tengo colocado según mi criterio. Si alguien toca mis libros… LE CORTO LA MANO. Así que perfectamente entiendo la actitud de Darius cuando la «descerebrada» de Charlotte está ordenando sus estanterías según un tonto y ridículo criterio… autores no ingleses en la f de foráneos. Disculpad que lo diga pero es que ahí no pude sino revolcarme de la risa.
Otra escena muy buena es cuando ella aparece de debajo de un montón de ropa sucia con… sus calzoncillos en la cabeza y sin un zapato. Esa escena es supertierna aderezada con un chispeante diálogo que nos regala la autora y que las traductoras no le han hecho perder la gracia.
Ahora quisiera dejaros una frase que dice en un momento de la historia Darius a Charlotte.
«Tengo intención de cortejarte —prosiguió—. Pero estoy decidido a encontrar el modo de aliviar tu corazón en el proceso» Con esa frase Darius me conquistó. Por un momento me puse en el lugar de ella y si existían palabras capaces de conquistar el corazón de Charlotte, sin duda alguna Loretta supo encontrarlas y ponerlas en labios de él.
Volvamos ahora a otra escena donde las carcajadas están aseguradas. Imaginaos a doncellas armadas de cintas métricas para medir el «ego» de sus pretendientes. Lo siento mucho pero es que no lo pude evitar… esta mujer es genial. Charlotte imaginando a sus inocentes primas armadas con cintas métricas para medir los atributos de sus pretendientes, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Pero lo que sin duda no olvidaré de este libro fue la declaración de amor de Darius que pilló desprevenidos a ambos «Te quiero, ya lo creo que sí» Sencilla, pero… muy profunda.
Si aún no habéis tenido el placer de leer a esta mujer, yo os la recomiendo. Sinceramente para mí es como comerse un bombón relleno del mejor de los sabores; cuando lo degustas se te crea una mezcla de sabores en el paladar que hace que por un momento cierres los ojos y te deleites con su sabor. Estalla en tus sentidos y perdura su sensación hasta que lo acabas dejándote con ganas de más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario