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Título:
| Heaven, Texas |
Título original:
| Heaven, Texas | |
Serie:
| Chicago Stars (2) | |
Autor/a:
| Susan E. Phillips | |
Valoración:
| * * * * * | |
La chica: | Gracie | |
El chico: | Bobby Tom | |
Editorial: | Zeta |
Sinopsis
Bobby Tom ha nacido en Heaven, Texas, bendecido por los dioses: tiene cuerpo de modelo, los ojos azules y ha sido un legendario futbolista de los Chicago Stars, hasta que una lesión lo aparta de los terrenos de juego. Desde entonces, vive sin objetivos claros y acepta rodar una película de acción. Aunque que haya firmado no quiere decir que vaya a rodarla… Cuando finalmente la productora se cansa de esperar que se presente en el e plató, encarga a la cándida Gracie Snow la misión de acompañarlo al lugar de rodaje.
Gracie Snow ha vivido siempre en una residencia de ancianos propiedad de sus padres y, cuando por fin sale de allí, quiere ser libre como un pájaro. Lástima que su primer trabajo en la productora sea encargarse de un hombre mimando y pagado de sí mismo como Bobby Tom Denton.
Bobby Tom resulta ser un duro trabajo a jornada completa por el que acaba sintiéndose muy atraída.
Gracie Snow ha vivido siempre en una residencia de ancianos propiedad de sus padres y, cuando por fin sale de allí, quiere ser libre como un pájaro. Lástima que su primer trabajo en la productora sea encargarse de un hombre mimando y pagado de sí mismo como Bobby Tom Denton.
Bobby Tom resulta ser un duro trabajo a jornada completa por el que acaba sintiéndose muy atraída.
Opinión
Ufff, ¿por dónde empezar? Ahora mismo, acabado de leer el libro las ideas fluyen como una corriente de agua cristalina en el torbellino que es mi mente.
El libro me ha noqueado. Sí, ya sé. El protagonista es un jugador de fútbol americano, un receptor, no un pugilista. Pero es que Bobby Tom Denton me ha dejado K.O. en el último asalto. Sin palabras. Por eso estoy intentando ordenar mis ideas para poder expresar de forma clara lo que este libro me ha hecho sentir.
Para empezar decir que es como si hubiese leído dos libros en uno. Sí, como lo leéis. Son dos libros. El primero es fresco, divertido, ameno, encantador. Con un playboy ex-jugador de los Chicago Stars que ha tenido que abandonar su carrera como jugador por una grave lesión de rodilla; con una chica, feúcha, testaruda, deliciosamente ingenua pero divertidamente loca porque si no, ¿a qué viene salir corriendo tras un bólido como es el Thunderbird que conduce Bobby Tom y saltar sobre la ventanilla abierta con tal de que no se escape? Lo que me pude reír en ésta y otras ocasiones.
El señor Bobby Tom Denton, ese mujeriego que no se quita su Stetson ni siquiera cuando le hace el amor a una mujer es extremadamente encantador, ególatra y para su propio bien y el de todo el género femenino un cañón. Es guapo hasta decir basta. Con su aire chulesco es capaz de hacer derretir las rodillas de las féminas a un solo vistazo de sus encandiladores ojos azules. Todas se disputan el dudoso honor de querer ser la señora de Bobby Tom y para ello se preparan para responder todas y cada una de las preguntas sobre fútbol que él les tiene preparada. La forma en que lleva este «concurso» a cabo es casi denigrante para una mujer con dos dedos de frente. Pero, bajo esa fachada de quítate y déjame paso que soy el dios de los dioses, se esconde también un alma buena y cálida que extiende cheques y aboga los proyectos más desastrosos de todo aquél que le pide un favor. Un hombre con un trasfondo tierno que me recordó por un momento al Chris de Balogh de Momentos inolvidables.
A ver, me explico, hacia la mitad del libro, cuando intenta meterse bajo las faldas de Gracie, es capaz de prender su vena romántica y enseñarle todo lo que la chica se perdió en sus años de instituto. Jamás tuvo una cita, él le prepara una en el estadio de fútbol del colegio donde cursó secundaria. Que nunca llevó el anillo de un estudiante, él le cuelga en el cuello su anillo de la Super Bowl. ¿No es encantador? Lo sería, lo hubiese sido si no lo hubiese estropeado todo con su gran poder de meter la pata en lo que no debería.
Bobby Tom, me hizo cabrearme, cabrearme de veras. Y en esta crítica no podría dejar de decir que, sinceramente, mi compañera en la revista Ana Sarria tendría serios problemas para calificar horóscopamente (¿se dice así?) hablando a Bobby Tom Denton. Cambia de personalidad como los camaleones de color. Parecía un díscolo, un superficial y se torna en un ser amable y cálido capaz de dejarse engatusar por todos para aflojar pasta; y llega un momento en el que se vuelve un insensible, un mandón y un auténtico HP.
Gracie por su parte es otra que no sabría muy bien cómo definir, aunque si hay algo que tengo claro es que es sencilla, buena y con un corazón de oro. Es incapaz de sacarle nada a un hombre que tiene tanto dinero que le sale por las orejas. No quiere que él le dé nada pero está dispuesta a darle todo. Por eso es tan comprensible su postura ante la traición que Bobby Tom le regala.
Como digo, es una historia que más bien parecen dos, pero lo que desde luego me impactó fue la historia que comienza a desarrollarse de forma paralela a la de ellos. La historia de la madre de Bobby Tom y el chico malo del lugar: Way. Este personaje sí que me encandiló. Los sentimientos profundos que siente hacia Zuzy son conmovedores, la calidez que intenta reflejar en las escenas de las que es protagonista, inigualables. Y las miradas torturadas que echa, de las que no es consciente, hacen que te estremezcas y un nudo se instale en tu estómago.
Heaven, Texas es una novela de giros y contragiros. Una historia que comienza de forma amena y divertida pero que conforme te vas adentrando en ella, ves que la trama no es tan simple ni divertida. Un libro donde los sentimientos más superficiales encierran carencias muy profundas y donde un hombre que todo se lo toma a broma, en realidad no se toma a broma nada.
Heaven, Texas está cargada de matices, de risas, de escenas inconcebibles como la protagonizada por Bobby Tom y Natalie Brooks en medio de una escena del rodaje de la película donde no puedes evitar soltar la carcajada pero también de dolor. Dolor profundo de una mujer que se siente traicionada y la que siente que han jugado con ella y sus sentimientos.
Heaven, Texas es una novela que empiezas riendo y terminas con los sentimientos a flor de piel y lágrimas en los ojos. El personaje de Bobby Tom te hará pasar por buenos y malos momentos y su historia te enseñará que la vida no es blanca ni negra sino que nos aporta toda una gama de colores.
No hay nada peor en esta vida que un hombre no sepa qué hacer con ella…
Susan E. Phillips, además, nos regala una novela con diálogos estupendos y frases memorables
«—Por supuesto que lo sabes. La gente siempre quiere algo de ti, pero yo no soy como ellos.»
«—Lo sabes, ¿no? Me enamoré de ti esa noche. O quizás hace treinta años y nunca pude superarlo.»
«¡Esa soy yo, Bobby Tom! ¡Soy así! Una mujer corriente que fue lo suficientemente tonta como para creer que podía darle algo a un hombre que ya lo tenía todo.»
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