viernes, 15 de julio de 2011

El acompañante

Título:
  El acompañante
Título original:
  Her Ladyship's Companion
Serie:
  Los Placeres del Pecado (1)
Autor/a:
  Evangeline Collins
Valoración:
  * * * * *
La chica:  Isabella
El chico:  Gideon
Editorial:  Esencia

Sinopsis

Lady Isabella Stirling reside en Bowhill Park, en el campo escocés de Selkirk, hacienda penitencia por un pecado que casi arruinó a su familia. durante cinco años ha estado condenada a un matrimonio sin amor y recluida en la finca donde poco más tiene que hacer que atender su jardín de rosas. Con su esposo ausente durante meses y pocos visitantes, Bella lleva una existencia solitaria, reprimiendo las pasiones que arden en lo más recóndito de su alma. 

Entonces su prima llega para visitarla y le sugiere algo realmente escandaloso: debe buscarse un amante. Y aunque ella se niega rotundamente, pronto aparece por allí el señor Gideon Rosedale… que durante dos semanas estará a su servicio. Disfrutando de lo que pretende que sea un coqueteo inofensivo, Bella se ve superada por la embriagadora presencia de Gideon. Y cuando al fin le permite satisfacer sus deseos, descubre que ha hecho algo impensable: se ha enamorado de él.

Opinión
—Necesitas un hombre, Isabella.
Así, sin anestesia ni nada. 

Con estas palabras, la prima de Bella da el pistoletazo de salida a lo que acontecerá entre las páginas de esta novela que va acompañada de escenas de alto voltaje.

Sin embargo, si alguien pudiese llegar a pensar que entre los capítulos de este libro solo va a encontrar escenas de fuerte contenido erótico, está equivocado. La novela es mucho más que eso.

La Historia que nos va desgranado Evangeline poco a poco está cargada, de fuertes sentimientos de desdicha, de culpa y de dolor, un dolor profundo de esos que ni con los amigos o familiares hablas; un dolor del que Bella sólo hace partícipe en unas cartas, que luego, nunca envía y… de grandes y profundos anhelos.

Y, ¿de qué anhelos, os preguntaréis? Pues el anhelo de una mujer por sentirse apreciada y que no puede ni siquiera pensar en llegar a ser amada; el anhelo de un hombre por dejar atrás una vida llena de mujeres y que sueña con una pequeña casa propia.

Se me ha partido el alma en alguna que otra escena. Se me ha partido el alma con ambos protagonistas pero el nudo que se instaló en mi pecho cuando ella le pide que se quede… Su forma de suplicarle que no la dejase, que pagaría por otros quince días…

¡¡¡Uau!!! Me tragué las lágrimas como pude. Bella mendiga por un retazo de amor, es capaz de entregar una cantidad exorbitante de dinero por hacerle regresar a sus brazos; y eso pudo conmigo. Una mujer no debería rebajarse nunca hasta ese extremo. No deberíamos hacerlo, pero alguna, lo hacemos.

El Acompañante es una historia conmovedora donde los sentimientos de ella están a flor de piel, se palpan en cada línea escrita y se te clavan en la mente con cada suspiro, con cada aliento que exhalan sus protagonistas. Por él… llegas a desear rogarle a quien sea un poco de misericordia para ambos. La forma en la que él trata de frenar el incipiente cariño que empieza a brotar en ella es, sinceramente os digo, preciosa. Para que no de rienda a ese amor, para que no sea consciente de que Bella se está enamorando, cosa que es imposible de parar, termina humillándola, haciéndole ver que en su vida hay, hubo y habrá más mujeres; que él… sólo es alguien a quien se le ha pagado por estar con ella. Y lo dice, ya lo creo que lo dice, y mientras lo está diciendo, sabe que la está perdiendo para siempre.
Pero es que cuando las parcas sellan los destinos… la providencia, invariablemente, no las puede hacer tejer un nuevo hilo que marque otro rumbo; y Bella y Gideon estaban predestinados a encontrarse, a enamorarse… ¿pero querrán los designios divinos mantenerles unidos?

Cuando estaban juntos, ella no sólo disfrutaba de una pasión desmedida, sino también de un bienestar que hacía años que no experimentaba, como cuando hace frío y te cubres con una cálida manta.
Pero él se va, no puede hacer otra cosa. Se va pero ya no es el mismo, algo se ha quedado atrás, en Escocia, junto a ella.
—¿Sabe ella lo afortunada que es?
Ésta es la frase que le lanza Helen, una buena amiga a Gideon cuando se percata que su mente no está en el mismo lugar que su cuerpo. Es la primera en señalarle que debe brindarse una oportunidad. Y ahí, queridas señoras mías, volví a necesitar de un kleenex. Al igual que más adelante cuando el regresa pareciendo faltándole la vida a por ella y la situación en la que se la encuentra.

Pero es que a partir de ahí, la señora Collins te introduce en una marea de sucesos que enternecería al corazón más duro. Sucesos que van a llegar a sorprender por la actitud tan singular de los hermanos de ella. No quiero revelar el hecho en sí, baste decir que hoy día, con este tema tan delicado (por desgracia) y de actualidad no puedo sino quitarme el sombrero ante la actitud de Phillip y de Jules, los dos hermanos de Bella. Hay que leerse el libro para entender de lo que estoy hablando pero no es nada fácil para unos miembros de la alta sociedad dar la espalda a los convencionalismos de la época, dándoles igual el qué dirán si con ello salvaguardan la vida de su hermana. Una hermana que no han visto en cinco años y que no han sabido de sus circunstancias en todo ese tiempo. Sé que esa postura es reprobable, y mucho, pero no así la decisión que ambos toman por el bienestar de Bella.

Otro personaje a tener en cuenta es la señora Coorley, el ama de llaves. Por enviar esas dos cartas me robó el corazón, por enviar esas dos cartas… se llevó mi admiración.

Como digo El acompañante, es una historia mucho más profunda de lo que puede parecer en un principio. El acompañante, es una novela de amor donde el protagonista no duda en dar todo lo que posee por la simple e ínfima posibilidad de verla una vez más. Eso es amor.

Os recomiendo que la leáis, pero cuando la tengáis en vuestras manos y comencéis a hacerlo, os recomiendo que lo hagáis con la mentalidad abierta y una buena provisión de pañuelos. Al menos,  a mí, me hicieron falta.

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