Bay Yanlış - Bölüm 9

Buenos días, chicas. Vamos que nos vamos. Primera parada como siempre en La Gabbia para poder degustar el maravilloso cóctel que hoy ya nos tiene preparado Özgür.

¡Ay, por favor! ¿Qué le pasa? ¡Menuda carita de cariacontecido que nos trae hoy! ¡Ni siquiera ha tenido ganas de hablar! Simplemente ha deslizado la copa por la barra hasta que ésta ha llegado a mis manos.

Este cóctel tiene un color bastante «tormentoso», algo turbio, la verdad.

-¿Qué nos has preparado hoy, cari?

-Un Tormenta amarga*.

Maravilloso, anda que no va que ni al pelo. Siempre tan acertado nuestro chico pero el nombre lo ha soltado sin más palabras, sin más chanza, sin más de nada. Tono seco donde los haya, una cara que al pobre le llega al piso y una mirada perdida. ¿Dónde está nuestro Özgür alegre, simpaticón y «canalla»?

-Hoy no lo vas a encontrar aquí. Vuelve en siete días y ya veremos.

¡Guau! Si que está de poco buen humor.

La verdad es que se entiende ese humor de perros que nos trae hoy. En el episodio 9 que hemos visto a lo largo de esta semana pasó de estar en la cima a meterse en una buena ciénaga. Pobre, pobre Özgür.

No es para menos. Cualquier hombre que se enamora por primera vez y se enfrenta a la situación que él se enfrentó en este episodio estaría de un humor de perros. Y... por toda respuesta... ¡recibo un gruñido de león herido! Pues si que está mal la cosa. Y la culpa no es solo suya. Tampoco de Ezgi, la verdad. Bastante tiene la pobre con lidiar con la madre entrometida que tiene y con un Serdar al que el puñetazo que le dio Özgür me supo a poco. Tendría que haberle mandado al hospital que era lo que se merecía. 

Menudo personaje el Serdar. Lo tengo atragantado. No sé quién es peor si el o el Yiğit. No puedo con ninguno de los dos. Pero la pregunta a hacerse es... ¿cómo hemos pasado de estar en las nubes a esta situación? Pues la respuesta parece sencilla pero a la vez es compleja. Hay que mirar el episodio en conjunto y no centrarse sólo en el momento del cumpleaños de Ezgi donde, con el beneplácito de la madre de ella, se monta una fiesta de cumpleaños de la que por casualidad termina siendo testigo de excepción nuestro chico.

De verdad, se pueden hacer escenas donde un personaje se rompe por mil motivos, pero el dolor que Can Yaman es capaz de reflejar en sus ojos a través de su personaje... He de decir que estuvo colosal. Tanto es así que, cuando vi el episodio por primera vez, me pareció estar presente allí. Y la conversación con Ezgi del final... fue sublime. Estaba roto. Realmente roto. Aun así, hace de tripas corazón y habla con calma, con una calma tal que me puso los pelos de punta. Pocos actores son capaces de transmitir con los ojos y las expresiones de su rostro como transmite este actor turco. Sientes con él, disfrutas con él y también sufres con él. Si la compañera acompaña o no... eso es otro cantar.

Pero pongámonos por un momento en la piel de ella, en la piel de Ezgi. La chica es feliz. Rezuma felicidad por los cuatro costados porque pese a que él es el señor equivocado para todas... es el señor correcto para ella. Ezgi lo sabe y lo sabemos quienes seguimos cada viernes su historia. Pero, en las novelas turcas (y a decir verdad en todo tipo de novelas) siempre ha de haber elementos externos incordiantes para que la pareja protagonista no pueda disfrutar plenamente de su amor en dolby sorround. Estos elementos discordantes están representados por amigos, enemigos e incluso familiares. Yo los metía a todos en un bote y los mandaba a donde picó el pollo. Vamos, a la China, a la Conchinchina o a la Patogonia. Elijan el lugar.

Los únicos que me parece que van a hacer algo por ayudar a la pareja son dos amigos de la pareja. Deniz por parte de ella y Ozan por parte de él. Curiosamente la otra pareja que se está fraguando en este entuerto. Las conversaciones que mantienen estos dos no tienen desperdicio y ninguno de ellos va con segundas intenciones. No se puede decir lo mismo del resto, la verdad.

Me empieza a caer fatal la madre de Ezgi. No sé a vosotras pero me empieza a caer como el culo. Se está posicionando en contra de Özgür sin conocerlo realmente y basándose en un engaño del que fueron cómplices ambos, tanto Ezgi como Özgür. La madre y la tía de Özgür tampoco ayudan y de ser divertidas empiezo a verlas como moscas cojoneras, pese a todo, me río con los líos que montan. El acabar en el club donde acabaron por el error en el nombre del destino fue justicia poética por no decir divina. Fue el único momento divertido que tuvimos en este episodio porque ni siquiera las escenas donde ellos esconden su relación y Özgür se hace el «despistado» pudo con el mal sabor de boca que teníamos en el estómago después de los spoilers en forma de fragman que nos fuimos tragando a lo largo de la semana. Porque vaya tela con ellos. Nos hacen montarnos más de una teoría y nos hacen intentar poner el orden lógico de los mismos en un contexto que nunca somos capaces de establecer. Me da a mí que estos turcos disfrutan con esto, con las cábalas que nos hacen hacer y que jamás logramos acertar al 100%.

El final del episodio no me gustó, obviamente. No me gustó pero a la par he de decir que se esperaba. No todo en una relación puede ser de color de rosa pero, macho, es que pasamos del rosa de todo amor y paz al negro abismo de la desesperación, el dolor y palabras que, una vez dichas, no se pueden desdecir porque ya han hecho todo el daño que podían y lo que nos queda son dos personajes rotos de igual o diferente manera. Si Ezgi está destrozada porque no sabe muy bien por dónde han venido los tiros... Imaginad a Özgür que ha pasado mil y una vicisitudes a lo largo del episodio teniendo además que aguantar que el sueño de ese segundo local no puede realizarse por falta de financiación. Pero, vamos, que esto, en el contexto de lo que hemos vivido y sufrido a lo largo de este episodio... casi queda en un segundo o, incluso, tercer plano.

Espero que al cerdo de Serdar le llegue su buen San Martín y espero que esto ocurra más pronto que tarde. La guantá sin manos que le dio Ezgi al devolverle el collar y decirle que sentía que la hubiera malinterpretado fue muy pequeña en comparación con el daño que ya había hecho a la relación de #EzGur. Además, el tío se vanaglorió de que Özgür le viera, se hinchó como gallo en corral y el puñetazo que recibió me supo a poco. Ese desprecio con el que le habló y le soltó el bay yanlış... ¡arg! de buenas ganas le habría arreado yo también.

El resto de personajes e historias quedaron desdibujadas en segundo plano. Ni los líos que Levent se trae con su hija y Cansu ni la incipiente relación que poco a poco se va fraguando entre Ozan y Deniz pudieron opacar lo que estábamos viendo en pantalla sobre la relación de Ezgi y Özgür, al menos ésa fue mi impresión. No sé si vosotras percibisteis lo mismo. Si no fue así... os invito a dejármelo en los comentarios.

No me voy a extender mucho más. Espero que el próximo episodio venga con momentos felices. Ya lo dijo Alejandro Sanz, ¿no? 

Después de la tormenta siempre llega la calma

Pero, sé que después de ti

Después de ti no hay nada

En fin, que en estos momentos ambos necesitan Tiritas para su corazón partío. Como la necesitamos nosotras el viernes tras el término del episodio sólo que a nosotras sí nos la pusieron. Lo hizo el propio Can, en Twitter, diciendo que lo arreglaría en el episodio que, Dios mediante, veremos mañana a partir de las 20:00h Turquía. ¿Se puede ser más bello de corazón que nuestro favorito? Lo cierto es que no. Pocos tienen la sensibilidad para salir a redes y decir que lo va a arreglar en el 10. Aquella noche nos fuimos a dormir con el corazón partío, sí, pero con mariposas aleteando alrededor de él recomponiéndolo a base de esperanza. 

Gracias, Can. Gracias por mostrarnos el ser de luz maravilloso que eres. A pocos actores respeto tanto como te respeto a ti y, pese a que haya dicho que estoy deseando que acabe esta serie... no lo he hecho con la intención de que no quiera verte trabajar en ella es porque no quiero un «EK» 2, un final precipitado e inmerecido y un sabor agrio por cómo acaba otra de tus series. Mejor que finalice en unos 12-16 episodios con el final de platino y diamantes talla brillante que se merece a que de nuevo nos regalen un final inmerecido que acabe con el fandom cabreado.

Nota*: Cóctel Tormenta amarga

Ingredientes: 1 oz de bourbon, 1 oz de jugo natural de naranja, 3/4 oz de jugo natural de limón, 3/4 oz de Fernet Branca, 1/2 oz de licor de cerezas (Maraschino), 1 cucharada de bitter de naranja y hielo.