martes, 4 de octubre de 2011

Los acuarios luminosos

Título:
  Los acuarios luminosos
Título original:
  Les aquariums lumineux
Serie:
  - - -
Autor/a:
  Sophie Bassignac
Valoración:
  * * * *
La chica:  Claire
El chico:  - - -
Editorial:  DeBolsillo

Sinopsis

Una joven parisina hipocondríaca, una portera chismosa, un apuesto japonés amante del silencio, una niña de gran sensibilidad, un nuevo vecino misterioso... 

Corazones solitarios que se acercan unos a otros a través de la indiscreción de unos ventanales. Maniáticos, excéntricos y entrañables. Los vecinos de un inmueble de París se convierten en los protagonistas de un relato sutil y evocador acerca del individualismo en las ciudades y la sempiterna necesidad de amar. 

«Agradablemente misteriosa, melancólica e interesante, una lectura que sugiere una música embriagadora.» Livres Hebdo 


«Absorbente, singular y escrita con maestría. Los acuarios de Sophie Bassignac están llenos de peces tranquilos que pueden quererse, odiarse y devorarse. La vida puede ser cruel, y Sophie Bassignac lo sabe.» Marie France.

Opinión

Claire pasa parte de su tiempo asomada a la ventana, con la vista clavada en el espacio, observando las ventanas iluminadas del edificio de enfrente al que habita, dibujando en su imaginación con diversos colores las ventanas de sus vecinos al igual que si fuesen los peces de colores que son observados en el gran acuario en el que se ha convertido París.

Claire es una joven que dedica su tiempo a corregir los manuscritos de otros, que pasa sus días ante la pantalla de un ordenador intentado dar sentido a su vida a la par que intenta dar forma a los escritos de otros sin que un autor novel tenga la impresión de que se les quiere arrancar un huevo con los dientes cuando se les pide que desplacen una coma…

Esta novela que yo adquirí por pura casualidad cuando paseaba entre las estanterías de la librería Luces de mi Málaga natal, me llamó mucho la atención por algo que decía en la contraportada y que era una cinta de Le Figaro Littéraire. La cita dice lo siguiente: «Con un estilo ágil y elegante, Sophie Bassignac traza el retrato de una joven un  tanto escurridiza, un poco maniática y algo paranoica, pero divertida y entrañable. Un debut muy logrado, lleno de humo r y de cálidas relaciones humanas».

Pues bien, no puedo sino estar totalmente de acuerdo con Le Figaro Littéraire. El personaje de Claire es entrañable, es una mujer que pese a su apariencia de dura en realidad es uno de esos postres de gelatina que tienen un sabor dulce y a la vez maleable. Es una chica con sus problemas y con sus paranoias mentales pero que en el fondo es más avispada de lo que parece.

Conforme te vas adentrando en su lectura vas descubriendo los innumerables secretos que se ocultan en la novela y que, obviamente, no pienso desvelar porque sería como decir quién es el asesino al principio de una película de suspense que acabas de empezar a ver.

Sólo diré que Claire, es cualquiera de nosotras. Ha pasado por penas y alegrías y siente y padece después de años por ellas igual que sufrimos y penamos nosotras por cosas que nos han ocurrido en el pasado. Cuando Sophie, su autora, relata las vivencias de Claire no puedes por menos que pensar… ¡caramba, eso me ha pasado a mí! Todas nos hemos enamorado, todas nos hemos visto en algún momento incomprendidas y todas (al menos eso creo) hemos sufrido por amor, bien porque este no ha sido correspondido o bien porque nos han dejado por el camino... e, invariablemente, todas nos hemos levantado después de haber caído, como Claire.

La relación con el resto de personajes es algo más que variopinta. Con su editor está siempre a la greña; ella le cabrea, él se deja cabrear y al final todas las aguas vuelven invariablemente a su cauce.
—Le toco las pelotas y se diría que le gusta.
Hablar de la relación entre Ishida y ella o bien de sus contactos con Rossetti sería revelar demasiado, esa parte, mejor me la callo porque es el hilo argumental de toda esta historia que tan bien ha sabido Sophie enmarañar.

Pero si hay un personaje con el que la interactuación de Claire es de imprescindible señalización ésa es sin duda Lucie, la hija de una vecina. La niña atrapa el corazón del lector desde el primer momento. Lucie, la niña estorbo de una madre demasiado egocéntrica para pensar en ella, la niña que piensa que todos los adultos le mienten para que haga lo que se le dice a través de promesas que nunca cumplen. Todos los adultos mienten, pero Claire… Claire es distinta, si ella dice algo, está segura que lo cumple. Nunca le ha fallado y por ello la relación que Bassignac establece entre ambas es tan sumamente interesante y entrañable.

¡Ostras! Y la de recuerdos que ha despertado en mi mente una sola escena. Cuando Claire está con Dietrich en un restaurante y un vendedor ambulante se les acerca vendiendo anillos que cambian de color según el estado de ánimo ¿os acordáis de ellos? Una vez que se ponían negros ¡no había forma de que cambiaran de color!

A parte de todo ello, hay escenas donde las carcajadas están aseguradas. Solo os citaré el Museo de Orsay. Si leéis el libro y llegáis a esa escena os acordaréis de lo que os digo, jamás un cuadro con semejante representación en su lienzo puede tener tantas y tan variadas reacciones.

No es una novela romántica al uso, aunque los sentimientos están a flor de piel. No es una novela de suspense aunque por su trama un tanto misteriosa bien pudiera parecerlo. Es sencillamente una historia real como la vida misma si bien un poco llevada al extremo.

Sólo una cosa más. No dejéis de mirar con lupa todas las relaciones que se pueden ir fraguando a lo largo del transcurso de la historia, cuando el libro va llegando a su fin se van a ir revelando todas y cada una de ellas y poniéndose todo en su lugar.

Una historia amena, divertida, con dosis de calidez y una protagonista que si bien parece fría y distante en realidad es todo amor y efusión. Una caldera a punto de reventar y que esperas que cuando estalle... no te pille a ti en medio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario