Mi peligroso duque

	Título:	Mi peligroso duque
	Título original:	My Dangerous Duke
	Serie:	Club Inferno (2)
	Autor/a:	Gaelen Foley
	Valoración:	* * * * *
	La chica:	Kate
	El chico:	Rohan
	Editorial:	Plaza & Janés

Sinopsis

Rohan Kilburn, duque de Warrington, es un hombre tan imprevisible como temido. Conocido como «la Bestia» por su feroz temperamento y sus instintos insaciables, quiere escapar de la maldición que desde hace generaciones pesa sobe su estirpe. Para ello, ha decidido renunciar al amor y ha entregado su vida y su destino a la misión secreta del Club Inferno.

Unos contrabandistas que han despertado la ira del duque le entregan un obsequio inesperado para aplacar su furia: una joven virginal. Kate Madsen fue secuestrada y obligada a vestirse como una vulgar meretriz, pero Rohan ha sabido ver en ella a la inocente dama que hasta ese momento había vivido una vida tranquila en su cottage junto al mar. Hombre de honor, Rohan jura protegerla y dar caza a sus captores, aunque para ello tenga que traicionarse a sí mismo y entregar su corazón a una hermosa rehén de la que nunca debió enamorarse

Opinión

—Ése no es mi sitio. No pertenezco a ningún lugar
—Me perteneces a mí.

Conmovedora la frase. No digáis que no…

En fin, éste es el segundo libro de la serie de «El Club Inferno» y la verdad es que solo puedo decir que sigo intrigada por conocer el desenlace de esta serie.

En este libro conocemos de primera mano a otro de los integrantes de este Club especial, a Rohan Kilburne, el duque de Warrington. 

No sé si os habréis leído el anterior libro de esta serie pero para las que no lo hayan hecho os pondré en conocimiento que en el epílogo que larga su autora (a la cual habría llevado al patíbulo por ello) nos cuenta que a Rohan le van a hacer entrega de un regalo muy particular: una  mujer. Una mujer que guarda tras de sí un pasado oculto y misterioso del que en esta novela nos va a hacer partícipe su creadora.

La trama de esta novela es compleja, mucho hechos a asimilar y de los que no te puedes olvidar y que van a dar la consistencia necesaria a la novela para que su autora salga del examen con aprobado bastante alto. Foley ha sabido nuevamente atraparme con su intrincado argumento y del que aún hoy, después de varios días, sigo manteniendo fresco en mi memoria. 

Los personajes de la misma son, en cierto modo, muy parecidos; ambos ocultan oscuros secretos que se van a ir desvelando poco a poco si bien los que arrastra ella ésta ni siquiera los sabe.

Me gusta mucho Kate. La joven raptada y entregada para el placer del lord es sencillamente un amor. Pese a estar obviamente aterrorizada por su destino aún conserva ese orgullo y ese altanerismo propio de las personas que saben lo que está bien y lo que no lo está. Y sabe que, estando en las garras de la bestia difícilmente una no sale bien parada.

—Has de saber que la oscuridad que campa en este mundo lo ha roto (se refiere al corazón) prácticamente en pedazos.

Pero Rohan no es como ella piensa, no es el hombre disoluto que le han vendido es un hombre con una gran capacidad de adaptación, un hombre capaz de volver tu mundo del revés y de realizar proezas poco frecuentes en alguien de su status.

—No puede haber nadie más para mí, Kate, solo tú.

¿Se puede acaso no caer rendida a sus pies?

He echado en falta la intervención del resto de congregantes de la orden que en el caso del anterior libro tienen mucho más protagonismo y el saber de primera mano qué es lo que sigue ocurriendo con Drake y por el que estoy sinceramente subyugada… ¿verdaderamente no recuerda nada o es que se está haciendo el amnésico por alguna otra razón? Alrededor de Drake su autora ha creado un halo de misterio por la que me encuentro algo más que avasallada.

Tiene escenas cómicas como cuando ella espera absolutamente drogada a que él aparezca para tomar posesión de lo que se le ha ofrecido, escenas tiernas y otras verdaderamente propias de una novela de capa y espada de las del siglo XVII.

Su trama política me mantuvo enganchada a sus páginas y su autora ha sabido casar muy bien los hechos reales con los ficticios, en pocas palabras, ha sabido sacar muy buen provecho de todo esto y en ciertos momentos me recordó a una de las películas de Indiana Jones, me refiero a la tercera de la saga La última cruzada. Si leéis el libro o ya lo habéis hecho entenderéis el por qué si no lo habéis hecho os lo resumiré en pocas palabras: las trampas, el libro… lo que les lleva al Santo Grial… Esa parte de la historia es como digo una mezcla de Indiana Jones y si me permitís hacer un añadido a las tramas de Dan Brown centradas en su personaje de Robert Landon.

Impresionante la escena en el camarote, eso es sexo ardiente y lo demás son pamplinas. Parece que a las autoras les importa ya poco el esconder éstas bajo un montón de sutilezas o metáforas…

Bajo mi humilde opinión Foley es otra de las autoras para poner en la lista de «No recomendables» si no quieres que te dé un soponcio, un telele o… algo peor, un ataque cardíaco en toda regla. 

¿Cómo se pueden poner esos finales y quedarse tan pancha? Debería poder denunciarse y ser penado por la ley.